Más de 400 cabras reciben un baño purificador por el día de San Juan en Tenerife

Se trata de una ceremonia que se celebra desde primera hora de la mañana en el muelle pesquero y que cada año atrae a miles de personas: vecinos, curiosos y turistas. El baño de las cabras en el mar es un rito de origen guanche ligado a la fertilidad y la salud del ganado. Tiene su origen en los antiguos rituales practicados por los guanches, los aborígenes de Tenerife.

Un rito de los guanches

Según los investigadores, los pastores indígenas llevaban a sus animales hasta la costa para limpiarlos, desparasitarlos y favorecer su fertilidad, aprovechando las propiedades curativas del agua salada. Este acto, además tenía un componente espiritual vinculado al solsticio de verano. Durante los años 60, la práctica cayó en desuso debido al auge del turismo y a la percepción de que podía resultar inapropiada para los visitantes. Pero en 1984, la tradición purifiradora de estos animales fue recuperada. La continuidad de esta tradición se debe, en gran parte, a la colaboración de la Asociación Cultural Amigos del Baño de Cabras en el Mar.

Coincide con que el muelle de la localidad del Puerto de la Cruz se engalana para San Juan Bautista, donde se instalan altares, se depositan ofrendas de frutas y flores. Los ganaderos llegan desde bien temprano, acompañados por sus rebaños de cabras. Este año los baños en el mar comenzaron y el ritual a las 8:45h. Las 450 cabras han llegado desde distintos puntos del norte de la isla: La Orotava, Los Realejos y el mismo Puerto de la Cruz. También hay exhibiciones de juegos tradicionales canarios, muestras de música folclórica como el tajaraste, y degustaciones gastronómicas con productos locales.

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