Quedan apenas una semanas para dos fechas tan mágicas como la Navidad y el Día de Reyes. La maquinaria está, por lo tanto, a pleno rendimiento. En las fábricas de juguetes y en las tiendas. Pero, hasta llegar ese momento, esos juguetes han vivido un largo proceso que puede durar hasta 24 meses.
Los juguetes son probados en ludotecas por los consumidores más exigentes: los propios niños. De este modo, los fabricantes averiguan cuáles serán las estrellas del mercado este año.
Cuando los niños dan el visto bueno, las fábricas se ponen en marcha. Después, toca distribuir los juguetes por toda España y también por otros 90 países del mundo. Los jugueteros esperan vender más que el año pasado.