Las salinas de Imón, el secreto mejor guardado de un pequeño pueblo de Guadalajara

Imón es un pequeño pueblo de Guadalajara donde viven apenas 30 habitantes. Esta pequeña localidad de Castilla-La Mancha tiene un río salado, y ahí se esconde su mayor secreto: el río saca la sal de la tierra. Gracias a eso, Imón tiene unas increíbles salinas en el centro de la península.

"Se trata de un terreno muy salino porque esta zona fue Pangea hace 250 millones de años, aquí se juntaron los continentes", nos comenta un vecino. Estas salinas fueron explotadas por los romanos y, hasta los años 80 seguía funcionando.

De este terreno, en el que trabajaron generaciones de familia, salieron muchos salarios, después se abandonaron y se volvieron a lanzar aunque, ahora, se ha convertido en un reclamo turístico. "Venía mucha gente a trabajar y a explotarla", comenta una vecina.

Incluso, el rey Carlos III se animó a visitar el lugar debido a las peculiares características del paisaje. Conocido también como el 'Mar Muerto de Castilla', estas salinas se encargan de dar a esta localidad de Guadalajara la 'sal' de la vida.