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EN MURCIA

Una joven denuncia que ha encontrado un pabellón vacío en el Hospital Reina Sofía de Murcia tras esperar un día para obtener una habitación

Laura denuncia que su madre tuvo que esperar un día para que le dieran una habitación en el Hospital Reina Sofía de Murcia, pero para su sorpresa, descubrió que en un pabellón de dicho centro había un pasillo lleno de habitaciones vacías.

La madre de Laura, una joven que ha relatado la historia a través del blog 'Life In Beniajan', llegó al Hospital Reina Sofía de Murcia, donde permaneció unos días ingresada. Sin embargo, tuvo que esperar primero un día para que le ofrecieran una habitación, pues según el hospital, no había camas libres en ese momento.

La joven cuenta que por accidente, cuando se dirigía a la planta donde estaba su madre, accedió por una puerta que daba a un pasillo lleno de habitaciones, sin embargo no eran las que ella buscaba. Se trataba de un pasillo lleno de habitaciones vacías y dentro otra puerta de acceso cerrada con una cadena. Laura ironiza: "Curioso que mi madre tuviera que esperar un día a que hubiese una habitación libre".

Explica que le comentó la situación al personal del hospital y preguntó por qué esa zona se encontraba cerrada. Dice que obtuvo varias versiones, entre ellas que la zona estaba "reservada para los previsibles casos de gripe que se esperaban", que "se cerró después del verano" sin conocer el motivo o que "desde hace tres años se han llegado a cerrar alas enteras con el correspondiente ahorro de personal". Ningún miembro del personal del hospital ofreció una respuesta que aclarara la situación de la planta vacía.

Por otra parte, prosigue Laura, "casos cercanos me cuentan que operaciones de traumatología se están derivando a hospitales privados o concertados para reducir listas de espera, ya que se supone que el hospital está saturado".

Añade además que como "colofón" a su visita por el hospital, las instalaciones no se encontraba en buenas condiciones. Explica que el soporte donde se cuelgan las máquinas o los goteros estaban rotos y "habían sido arreglados con esparadrapo, por lo que con el peso se doblaba y se caía todo".

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