Los servicios sociales se hicieron cargo del niño cuando expulsaron del país a la madre -inmigrante ilegal- y decidieron darlo en adopción sin contar con el padre, que estaba reclamando la custodia.
Kelly llegó a España hace 10 años con su mujer y su hijo de apenas 12 meses. Se instalaron en Murcia pero él se traslado a Barcelona porque encontró un trabajo.
Nos ha contado que al poco tiempo, su mujer fue detenida porque estaba sin papeles y fue expulsada del país. Aquí empezó el calvario de este hombre, era octubre del 2001. ''¿por qué han expulsado a mi mujer sin su hijo, si sabían que ella tenia un bebe?'' se ha preguntado el padre.
El servicio de protección de menores consideró que el pequeño se encontraba en situación de abandono. Retiró la custodia a los padres e ingresó al bebe en un centro tutelado.
Según el abogado del afectado, un año después el niño fue entregado en adopción a una familia sin el permiso del padre biológico que reclamaba la custodia. Fue entonces cuando Kelly interpuso una denuncia y empezó una intensa lucha para recuperarlo. Ha mostrado las pruebas de paternidad a las que tuvo que someterse pero no sirvieron para nada.
Ahora, después de once años y varios recursos, incluso al supremo, el tribunal de Estrasburgo obliga a indemnizar al afectado con 8.000 euros. La sentencia condena al Estado por vulnerar el respeto a la vida privada familiar.
Kelly continuara batallando para recuperar a su hijo.
