Madrid

Descubren una cafetería en Usera donde se practicaban orgías a cambio de dinero en un cuarto oculto tras una estantería

El establecimiento también hacía de discoteca y utilizaba una sala escondida detrás de una estantería para llevar a cabo los encuentros sexuales.

Cafetería

Cafetería Pixabay

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Una cafetería en el barrio madrileño de Usera mantenía un negocio oculto entre sus paredes. El establecimiento hacía en ocasiones de 'after hours' y escondía tras una estantería un cuarto camuflado donde se realizaban orgías a cambio de dinero, según ha informado a Europa Press una portavoz del Cuerpo Local de Policía.

El domingo a las 7:40 horas, la Policía Municipal de Madrid acudió a este local, ubicado en la calle la calle Ramón Luján, en el barrio de Almendrales. La intervención policial se realizó tras varias quejas de los vecinos de la zona por el fuerte ruido a dichas horas de la madrugada.

Una cafetería sin licencia

Cuando los municipales llegaron a la cafetería convertida en discoteca, observaron un gran número de personas en su interior. La cifra de individuos dentro del local fue de 60 asistentes, superando el aforo máximo comprendido en 33 personas.

Además, cuando las fuerzas policiales solicitaron la documentación del local a su propietario, este señaló a los agentes que había enviado al Ayuntamiento una declaración responsable para solicitar una licencia de cafetería, pero no la muestraron.

Un cuarto camuflado

Cuando la Policía Municipal procedió a desalojar el local, uno de los allí presentes indicó a los policías que la cafetería también contaba con un cuarto oculto y les explicó que se encontraba camuflado tras una estantería de madera junto a la barra, al lado de la cocina.

El individuo también comunicó a los agentes que en el interior de la sala escondida se ofrecían servicios sexuales a cambio de dinero y se practicaban orgías. Por ende, la Policía procedió a entrar en el cuarto, encontrando su interior a 4 mujeres y 5 hombres con poca ropa. Sin embargo, al preguntar por separado a los allí presentes cada uno declaró versiones dispares.

Asistentes confidentes

Finalmente, el dueño del local reconoció que solo accedían a su cafetería personas de sus confianza para probar platos preparados y seguir consumiendo algunas bebidas alcohólicas.

En un cacheo encontraron a las personas encontradas en el local más de 200 euros y uno de ellas llevaba un bote de popper.

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