Intercambio bebés

Descubre que su familia no es la que cree por culpa de un intercambio de bebés cuando nació: podrían indemnizarle con 300.000 euros

La comisión jurídica asesora pide al Departamento de Salud de Cataluña compensar con esta cantidad un error de identificación en el hospital Vall d’Hebron en 1972.

Hospital Vall d'Hebron (Barcelona)

Hospital Vall d'Hebron (Barcelona)Reuters

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Todo comenzó hace dos años, cuando un catalán decidió buscar a otros miembros de su familia a través de la plataforma MyHeritage, una página cuya función es conectar a familiares lejanos o desconocidos a través de muestras de saliva con carga genética. Albert, nombre con el que se hará referencia a él a partir de ahora para preservar su anonimato, descubrió que sus padres no eran los biológicos y que tenía otra familia por culpa de un intercambio equívoco de bebés cuando nació en 1972 en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Tras denunciar el caso hace un año al Institut Català de la Salut (ICS), ahora se abre una nueva fase tras la intervención de la comisión jurídica asesora de la Generalitat este mismo septiembre. Este comité de expertos estima que el Departamento de Salud tendría que pagar 300.000 euros como indemnización por responsabilidad patrimonial "por los daños y perjuicios sufridos debido a la defectuosa asistencia recibida en el hospital en el momento de nacer", nos cuenta su abogado José.

El dictamen no es vinculante, y falta saber la decisión del Gerente del ICS, pero podría influir en esta futura resolución... aunque el Institut ofreció en abril la mitad de esta cantidad mencionada, 150.000 euros como compensación.

Albert probó la plataforma por curiosidad

Fue en 2022 cuando Albert quiso probar MyHeritage por curiosidad. Una frotis de mejilla bastó para ser mandada a los laboratorios y poder conocer los resultados unas cuatro semanas después. Él todavía no lo sabía, pero esos resultados iban a darle un giro de 180 grados a su vida: una mujer desconocida de Barcelona se planteaba como un posible parentesco. Entonces, el catalán se puso en contacto con ella y le propuso que se hiciera un test genético, y aceptó. Los resultados acabaron dando positivo, lo que significaba que ambos eran familia.

Fue entonces cuando se propusieron averiguar la procedencia real de cada uno. Y el resultado les impactó todavía más. El tío de la mujer contactada era del mismo año, el mismo día, y había nacido en el mismo hospital -atendido por el mismo equipo médico y a la misma hora- que Albert. Los certificados del Registro Civil marcan una diferencia entre ellos de apenas 5 minutos, algo que era cuanto menos, sospechoso. Y la mujer con quien había descubierto un parentesco a través de la app era realmente su sobrina.

La víctima pidió en enero de 2023 a su familia oficial someterse a pruebas de ADN para acabar de disipar las dudas, y los resultados fueron demoledores: parentesco incompatible. Dos palabras que encajaron todas las piezas del puzle y que cambiaron la vida y el pasado de este testimonio para siempre.

El hospital intercambió los bebés

La única explicación posible era que el hospital donde había nacido, el Vall d’Hebron, hubiese cambiado sin querer a él y al otro bebé recién nacido a la misma hora aquel día de 1972. Pero Albert -recordemos que es su nombre ficticio- aún descubrió otro dato más, también sobrecogedor: el hombre con quien al parecer fue intercambiado al nacer, el hijo biológico de sus padres, había muerto en abril de 2023 y el que sería su hermano biológico real, perteneciente a esta otra familia, lo hizo un mes antes. Toda esta información supuso un shock tremendo para el afectado.

Se procedió entonces a formalizar una reclamación en mayo de 2023 contra la administración por responsabilidad patrimonal, fundamentada "en la actuación del personal" del hospital que provocó que el recién nacido fuera intercambiado por otro y entregado a su familia no biológica. Por otro lado se reclama la "falta de información por no poder acceder ni obtener la historia clínica propia ni la de la madre". En resumidas cuentas, se reclama por "los daños morales derivados de haber sido privado de mantener una relación con la familia biológica, y por la pérdida de la documentación clínica disponible sobre las circunstancias del parto y del nacimiento", dicta la reclamación.

También en dicha denuncia se ha presentado un informe psicológico donde se refleja que la víctima padece un trastorno de "estrés postraumático" relacionado al hecho de haberse enterado de su real procedencia. Además, también le habría afectado saber que parte de su familia "real" ha fallecido. Su abogado habla de daños a la integridad moral que no tienen "solución", pero deben ser compensados económicamente.

No es el único caso en España

Además, el caso de Albert no es el único en España. En Canarias, el Gobierno compensó con 900.000 mil euros en 2009 a dos hermanas gemelas por haber sido separadas y cambiada una de ellas por otra bebé. También en La Rioja, donde el Gobierno indemnizó hace tan solo unos meses -este enero- con una cantidad similar, 850.000 euros, a dos chicas intercambiadas por equivocación en una incubadora del que era el antiguo hospital de Logroño en 2002; y otros 735.000 euros de compensación a una de las familias.

Preguntados al bufete de abogados de la víctima catalana si la cantidad de 300.000 euros les parece suficiente, dicen que a priori no están de acuerdo ya que reclamaron una compensación de tres millones de euros, pero que esperarán a ver qué resuelve el gerente del ICS, algo que sucederá será "pronto". En caso de no compartir la decisión del mismo, los abogados podrían recurrir en un plazo de dos meses al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

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