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ARTEFACTO EXPLOSIVO EN LA CATEDRAL DE LA ALMUDENA

El deán: "Pensamos que era una bolsa de basura, nunca una bomba"

Jesús Junquera ha explicado que la bolsa "pesaba demasiado" y que eso, junto al lugar donde la encontró (en un confesionario), le llamó la atención. "Se vio que era algo raro y llamamos a la Policía", ha relatado.

El canónigo de la Catedral de la Almudena, Jesús Junquera, ha asegurado, todavía un tanto conmocionado por lo ocurrido, que "para nada" podía sospechar que la bolsa que se ha encontrado al mediodía en el interior de un confesionario del templo era un artefacto explosivo. No obstante, ha relatado que se ha extrañado por el lugar donde estaba.

"Hemos visto un paquete que hemos considerado sospechoso, el conserje se lo ha llevado pensando que era una bolsa de basura y se ha visto que era algo raro, por lo que hemos llamado a la Policía", ha explicado. Junquera ha añadido que la bolsa parecía "pesar demasiado" y que eso le llamó la atención.

"Era una bolsa que estaba tirada en la catedral y no la íbamos a dejar ahí. En ningún caso pensé que se trataba de una boma", ha aclarado. "Ha sido la primera vez que sucede algo así en La Almudena. Primera, única y esperemos que última vez", ha deseado el canónigo de la catedral madrileña.

"Por las buenas, hemos dicho que se iba a cerrar la Catedral, hemos avisado por el micrófono y la gente ha visto que entraba la Policía y ha salido", ha afirmado. El templo ha permanecido cerrado desde las 13.20 hasta alrededor de las 16 horas, si bien la parroquia Santa María la Real de la Almudena, contigua a la Catedral, no ha cerrado en ningún momento. La puerta central de la catedral ha permanecido cerrada desde el hallazgo del artefacto, aunque se puedía acceder al templo por una de las entradas laterales, donde a las 18.30 horas se oficiaba una misa.

Siguiendo los protocolos internos de seguridad de la catedral de Madrid, han dado aviso al Cuerpo Nacional de Policía, que ha tomado el control de la situación y se ha hecho cargo del asunto. Los agentes ha inspeccionado la catedral en su conjunto para comprobar que no había algún escondido ningún otro artefacto y posteriormente han abandonado el lugar.

La catedral está situada junto al Palacio Real, una zona en la que hay presencia policial constante. Las fuentes consultadas indican que se trataba de un artefacto real y que podría haber hecho explosión. Constaba de 1.200 gramos de pólvora, un recipiente metálico con un kilo de clavos, un detonador y un temporizador que consistía en un reloj despertador.

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