Camino de Santiago
La emocionante pedida de mano en el Obradoiro tras un Camino de cifras récord: "¡Que se besen, que se besen!"
Este mediodía, un joven peregrino organizó una emotiva pedida de mano ante la Catedral de Santiago, entre vítores y aplausos de decenas de caminantes llegados de todo el mundo. Una de las miles de historias de la ruta que se encamina hacia un nuevo año histórico.
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Faltaban unos minutos para la una de la tarde cuando en la Plaza del Obradoiro, corazón simbólico del Camino, comenzaron a escucharse vítores. Entre mochilas, bastones y abrazos de meta alcanzada, sobresalía el: "¡Que se besen, que se besen!".
No era un acto oficial, ni litúrgico. Un joven, con la camiseta tradicional del Camino, la que lleva la concha bordada en el pecho, se había arrodillado frente a su pareja tras completar la ruta. Arrancaba así una pedida de mano cuidadosamente planeada: violines en directo, música clásica, confeti y un anillo "de la joyería Suárez", nos cuenta un espectador.
Los testigos: decenas de peregrinos emocionados que también habían llegado esa misma mañana a la meta espiritual de Galicia. Muchos no conocían a la pareja, pero por unos minutos, coreanos, estadounidenses, gallegos, italianos, portugueses y mexicanos, se convirtieron en parte de esa historia de amor. Los aplausos resonaron como en un cóctel de boda. El "sí, quiero" fue recibido como una victoria compartida por quienes, al igual que ellos, habían recorrido cientos de kilómetros con una mochila a la espalda.
No es la primera pedida en esta plaza
No es la primera pedida que acoge, tras el Camino, la Plaza del Obradoiro. La Ruta no solo es una experiencia espiritual o deportiva, también se ha convertido en un escenario vital que este 2025 avanza hacia cifras que podrían romper todos los registros.
En los cinco primeros meses del año ya se han entregado casi 100.000 Compostelas, lo que supone un incremento del 8 % respecto al mismo período de 2024, cuando se rozó el medio millón de peregrinos al cierre del año. La Oficina del Peregrino anticipa que, de continuar la tendencia, se superarán por primera vez las 500.000 compostelas anuales.
Casi la mitad de quienes llegan a Santiago lo hacen por el Camino Francés, la ruta más emblemática y con mejor infraestructura. Pero también crece con fuerza el Camino Portugués, que este año ya ha atraído a cerca de 20.000 personas. Los peregrinos llegan desde más de 170 países: un 40% son españoles, seguidos por portugueses, estadounidenses, alemanes, italianos y británicos. Incluso desde Uzbekistán, Mónaco o las Islas Caimán ha llegado, al menos, un caminante.
Y mientras los datos abonan el terreno para el debate, son las escenas como la de este mediodía las que realmente explican el Camino. Porque más allá de cifras y estadísticas, el Camino de Santiago sigue siendo un viaje íntimo, profundamente humano. Más que un destino, un símbolo.
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