Okupas

Una coruñesa tiene que abandonar su casa al atrincherarse en ella su ex suegra

Tras divorciarse, la Justicia le ha otorgado la custodia de sus dos hijas y el uso de la residencia matrimonial, pero se ha visto obligada a abrir otro proceso judicial para echar a la 'okupa'.

Primer plano de una puerta

Primer plano de una puerta Imagen de pvproductions en Freepik

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La ley determina que la parte que asume la custodia de los hijos nacidos del matrimonio ha de ser la que se quede en el domicilio hasta que los menores cumplan la mayoría de edad, es decir, en este caso el padre tenía que abandonar el domicilio y pasarle una pensión a su ex mujer de 400 euros. Hasta ahí todo correcto. Pero ¿qué pasa cuando el problema es la ex suegra?

Esta coruñesa, madre de dos niñas, tiene a su favor una sentencia que no deja lugar a dudas, lo que no podía imaginar es que una vez que su ex marido abandonase el domicilio la que se iba a atrincherar en él iba a ser su madre.

El padre recurrió la sentencia

El padre de las niñas buscaba una custodia compartida por lo que cuando en primera instancia se la otorgaron a la madre, él recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial de A Coruña.

La sorpresa fue que cuando el Tribunal estudió la apelación descubrió que las niñas, junto con su madre, habían tenido que abandonar la vivienda familiar ante la negativa de su ex suegra de irse.

Ante esta situación, decidir si las menores tenían que pasar el mismo tiempo con su padre que con su madre ya no era el único problema a resolver.

Puso un candado en una de las habitaciones

Según el fallo judicial, la abuela de las niñas "se hizo con una de las habitaciones, puso un candado en la puerta y allí acogió a su novio". Una situación insostenible que hizo que la madre decidiese abandonar el inmueble y no forzar un desalojo para evitar que las niñas fueran testigo de esta "violenta situación".

La mujer tuvo que irse con sus hijas a otro piso que tiene en A Coruña, y que hasta ese momento estaba alquilando para poder pagar la hipoteca.

Llegó a un acuerdo con su inquilino y recuperó esta vivienda viéndose obligada a perder ese ingreso pero buscando que las niñas viviesen en "un ambiente sano".

En cuanto a la custodia compartida que reclamaba el padre, la Audiencia Provincial se la ha negado ya que asegura las menores están mejor con su madre, que fue quien las educó desde que nacieron.

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