Cazalilla paga la multa para seguir la tradición de lanzar una pava desde el campanario

El municipio jienense de Cazalilla ha seguido con su tradición de lanzar una pava desde la torre del campanario de la iglesia de Santa María de la Magdalena después de la procesión de la imagen de San Blas, patrón de este municipio de apenas mil habitantes.

En esta edición ninguno de los cientos de vecinos que esperaban en la plaza ha conseguido atrapar al animal, que ha aterrizado sobre los tejados de la misma iglesia desde cuyo campanario ha sido arrojada. 

El lanzamiento de la pava de Cazalilla se remonta al siglo XIX cuando dos familias enfrentadas sellaron la paz con la boda de sus hijos y celebraron el enlace con el lanzamiento de una pava desde el campanario. 

Cuentan los vecinos de la localidad que la persona que consigue hacerse con el animal tras ser arrojado desde el campanario goza de suerte durante todo el año. 

Por tal motivo, los vecinos de este municipio desafiaban anualmente con el lanzamiento de la pava a los grupos conservacionistas, que cada año denunciaban el lanzamiento, como la Asociación Andaluza de Defensa de los Animales (Asanda), que ha anunciado su intención de denunciar estos hechos ante la Junta de Andalucía.

Los vecinos niegan que la pava sufra maltrato, por lo que desde hace unos años son partidarios de abonar el dinero de la multa que se impone tras la apertura de un expediente sancionador para continuar con la tradición. Son 2.001 euros pagados a escote.