Pelea

Batalla campal a sillazos en las calles del centro de Lleida

Los Mossos d’Esquadra han detenido a dos personas implicadas. Los vecinos se quejan de que no es la primera vez que pasa en la ciudad.

Coche Mossos d'Esquadra

Coche Mossos d'EsquadraArchivo

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La historia vuelve a repetirse. Esta vez ocurre el pasado domingo en el centro de Lleida. Son las 21:30 horas de la noche. Los vecinos de la Calle Democracia escuchan voces y gritos.

Varias personas han comenzado una pelea multitudinaria en la terraza de un bar. Allí se agreden a sillazos, lanzándose entre ellos el mobiliario del establecimiento y golpeándose fuertemente en la cabeza. No solo utilizan las sillas del local, también llegan a las manos, propinándose varios puñetazos. Una reyerta que no se queda ahí y continúa por la calle Carme. Así es como la ciudad se convierte en el escenario de una batalla campal.

Detenidos dos hombres

Una pelea a sillazos. Los vecinos están sorprendidos. Es entonces cuando los Mossos d'Esquadra reciben el aviso y tienen que acudir a la zona. Allí identifican a tres de las personas que han participado en la pelea.

Una de ellas presenta una denuncia por lesiones. Desde ese momento los agentes se hacen cargo de la investigación. ¿Su objetivo? Dar con todos los responsables. Para ello indagan durante todo el lunes. Una búsqueda que continua un día más, el martes. Finalmente ayer por la tarde dan con los implicados. Los Mossos detienen a dos hombres por su relación con esta batalla campal.

Comerciantes y vecinos están hartos

Peleas como estas preocupan, y mucho, a los vecinos y a los comerciantes de la zona. Se quejan de que no es la primera vez que pasa. Ellos no pueden más, aseguran que están hartos de la inseguridad que hay en sus calles. Por eso piden al Ayuntamiento de Lleida que aumenten los agentes que patrullan la ciudad.

Y también que se realicen más controles para evitar que se vuelvan a repetir imágenes como estas. Se agreden en mitad de la noche, se golpean a puñetazos y se lanzan el mobiliario de los bares y restaurantes que se encuentran a su paso. Una situación que, una noche más, volvió a quitar el sueño a los leridanos el pasado domingo.

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