La alerta sanitaria por la acumulación de basura, a un mes de huelga en el servicio de limpieza en la ciudad de Lugo, ha vuelto a subir en las últimas horas hasta llegar a los 86 puntos en situación de alarma.
Son los datos que se desprenden de los informes presentados por diez inspectores del servicio de Control de Riesgos Ambientales de la Xunta de Galicia que han peinado las calles del casco urbano. El jefe de ese servicio, José Luis Fugarolas, ha insistido en que la situación es preocupante, porque esas alertas sanitarias no se circunscriben a puntos concretos dentro del casco urbano o de la zona rural del municipio de Lugo, sino que afectan a calles, avenidas y núcleos de población enteros.
Sin embargo, el alcalde de la ciudad, el alcalde Xosé López Orozco, ha afirmado que el trabajo que han estado desarrollando en las últimas semanas la propia empresa Urbaser, concesionaria del servicio, y Tragsa, que fue contratada para retirar la basura de los puntos con alerta sanitaria, hace que "Lugo no dé la sensación de ser una ciudad con un mes de huelga" en su servicio de limpieza.
El propio Ayuntamiento de Lugo confirmó que el trabajo combinado de Tragsa y de Urbaser hace que, a día de hoy, se esté retirando más basura de las calles de la ciudad que en una jornada ordinaria de trabajo de la concesionaria, pero sigue sin ser suficiente a causa del gran volumen de desperdicios acumulados en las primeras semanas de huelga.
En todo caso, López Orozco sostiene que ya se ha acabado el tiempo de las "disculpas" y recordó que la "paciencia" del alcalde y de los ciudadanos de Lugo tiene "un límite", por lo que instó a ambas partes, patronal y trabajadores, a sentarse a negociar "las horas que sean necesarias" para finalizar esta huelga.
El Ayuntamiento de Lugo ha iniciado el procedimiento para rescatar la concesión administrativa y ha aprobado una sanción de 30.000 euros a la concesionaria por los problemas que está generando la huelga en la ciudad, la máxima cuantía que permite la ley en este tipo de casos. En todo caso, las relaciones entre la patronal y sus trabajadores están todavía frías. El alcalde pidió a Urbaser que igualase el incremento de salario que ha permitido sellar un acuerdo entre la empresa y su plantilla en Santiago de Compostela, pero la compañía respondió que esas condiciones ya han sido "ampliamente" superadas en la oferta para renovar el convenio colectivo en Lugo.