La OMS incluye el 'síndrome del trabajador quemado' en su lista de enfermedades

Todos nos hemos sentido cansados y exhaustos en el trabajo más de una vez. En momentos de estrés, llegan también la pérdida de energía y los ánimos bajos. Sin embargo, estos síntomas acaban remitiendo con el tiempo, a no ser que tengas el 'síndrome del trabajador quemado' o 'Burnout'.

La OMS ha añadido el pasado sábado esta patología a la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-11), un listado que incluye todos los trastornos, enfermedades y afecciones que influyen en la salud de las personas.

Sin embargo, las primeras referencias del síndrome aparecen en 1974, donde se empieza a hablar de la “sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada". Con el paso del tiempo, se le añadirían el agotamiento físico y emocional, o la corrupción de una actitud sana frente al trabajo.

Leyendo esto, todos podemos pensar que padecemos o hemos padecido este síndrome en algún momento, sin embargo, La OMS diferencia entre estar estresado, y padecer el síndrome del 'Burnout'. Como cualquier otra patología, la CIE-11 establece los síntomas asociados que recuerdan, deben referirse siempre al contexto laboral y darse de forma crónica:

• Sentimientos de falta de energía o agotamiento.
• Aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, o sentimientos negativos o cínicos con respecto al trabajo.
• Eficacia profesional reducida.

Esta lista entrará en vigor en 2022, convirtiéndose el 'Burnout' o 'síndrome del trabajador quemado' en una patología oficial junto a otras nuevas incorporaciones.

Entra también el trastorno por el uso adictivo de videojuegos

Con el 'Burnout', entra en la lista de la OMS el trastorno por uso de videojuegos, sufrido por aquellos que cumplen "un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente". Pero al igual que con el 'síndrome del trabajador quemado', su diagnóstico requiere un uso compulsivo de los videojuegos, tanto en linea como fuera de línea. Para el diagnóstico del trastorno, deben pasar al menos 12 meses con evidencias claras de alguno de estos síntomas, o menos si se dan todos juntos y de forma grave:

• Deterioro en el control sobre el juego.
• Incremento de la prioridad dada al juego interponiéndose frente a intereses y actividades de la vida diaria.
• Continuación o incremento del juego a pese a la presencia consciente de consecuencias negativas para uno mismo y para los demás.

La OMS explica que este trastorno no solo puede suponer un deterioro significativo en en la vida personal familiar y sentimental del enfermo, sino que también puede afectar al ámbito laboral y educativo.

Para evitar esta situación, es esencial detectar los síntomas cuanto antes, no pasar demasiado tiempo y demasiado a menudo con uno o varios videojuegos y no dejar de lado otras actividades o prioridades, evitando que el juego pase de ser un entretenimiento, a una obsesión.