Este organismo ha actualizado su base de datos sobre calidad del aire urbano, en la que participan un total de 1.600 ciudades de 91 países --500 más que en el anterior recuento, realizado en 2011--, y ha demostrado que actualmente sólo el 12 por ciento de las personas que viven en estas ciudades respiran aire limpio y alrededor de la mitad está expuesta a niveles de contaminación 2,5 veces mayores a los que establece la OMS.
Además, en la mayoría de las ciudades donde hay datos suficientes para comparar la situación actual con la de años anteriores se ha visto como la contaminación del aire es cada vez peor, a lo que han contribuido diversos factores como el uso de combustibles, el aumento de medios de transporte motorizados y deficiencias en el consumo energético de oficinas y hogares.
Sin embargo, algunas ciudades están llevando a cabo mejoras notables que han demostrado que la calidad del aire se puede mejorar mediante la puesta en marcha de iniciativas como la prohibición de las calefacciones de carbon en los edificios, la apuesta por energías renovables y un mayor control del transporte.
"Hay demasiados centros urbanos que actualmente están tan envueltos en aire sucio que invisibilizan sus horizontes", según ha defendido Flavia Bustreo, directora general de Familia, Infancia y Mujer de este organismo.
Trece de las 20 ciudades más sucias son de La India, que copa las cuatro primeras posiciones del ranking mundial con Nueva Delhi, Patna, Gwalior y Raipur. La capital india presentaba una media anual de 153 microgramos de partículas pequeñas (pm2.5) por metro cúbico.
En el lado opuesto se sitúan 32 ciudades que presentaban niveles inferiores a 5 PM2.5 por metro cúbico, de las que tres cuartas partes están en Canadá.
Un reciente informe publicado por la OMS reveló como la contaminación atmosférica fue responsable en 2012 de la muerte de unos 3,7 millones de personas menores de 60 años, siendo uno de los mayores riesgos para la salud a nivel mundial.
Pese a esta incidencia de la contaminación atmosférica, la directora de Salud Pública de la OMS, la española María Neira, reconoce que "se puede ganar" la lucha contra este problema y reducir la incidencia del cáncer de pulmón y las enfermedades cardiorrespiratorias, como demuestra la mejora que han experimentado algunas ciudades como Copenhague (Dinamarca) o Bogotá (Colombia), gracias a la promoción de medios de transporte más saludables como el uso de la bicicleta.