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SE ESPERA UNA ESTABILIZACIÓN PARA 2050

La concentración de CO2 en la atmósfera supera el récord desde hace tres millones de años

La concentración de CO2 en la atmósfera, el principal causante del cambio climático, ha aumentado a 415 partes por millón. Nunca antes el ser humano había respirado tanto dióxido de carbono.

La concentración media diaria de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzó en abril un nivel récord de 415 partes por millón (ppm), un valor histórico que no se alcanzaba desde hace 3 millones de años, es decir, antes de que el hombre habitara la tierra.

El director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Emilio Cuevas, ha subrayado que el ritmo de crecimiento interanual se ha acelerado un 30% en los últimos 35 años. "Esto es relevante porque significa que la concentración en la atmósfera de este gas que produce el calentamiento se está acelerando y de momento estamos lejos de cualquier descenso, ya que está aumentando de forma espectacular".

A este ritmo, Cuevas prevé que el año que viene, en 2020, se superarán las 418 partes por millón de CO2. Desea que en 2050 comience a observarse a nivel mundial "al menos una estabilización" o, por lo menos, que no siga aumentando al mismo ritmo. "La mera estabilización sería ya un logro muy importante. Que cada año no suba es un reto".

El año que se toma como referencia para analizar el aumento de emisiones de CO2 es 1990, cuando la Tierra tenía un promedio de 350 ppm. El Observatorio de Izaña de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) advierte de que la superación del umbral de 415 ppm, sitúa al planeta en un "territorio inexplorado" para la humanidad ya que "nunca" se había dado un registro similar. Además, la AEMET alerta de que "muy probablemente nunca más" se verán concentraciones por debajo de 400 ppm.

El CO2 es un gas de efecto invernadero responsable, en parte, de que el planeta presente una temperatura media adecuada para el desarrollo de la vida. Sin este gas, la Tierra se vería sometida a temperaturas bastante más bajas, pero un exceso de este provocaría un efecto contrario de calentamiento atmosférico. Sus propiedades de absorción de calor hacen necesario vigilar de manera constante su concentración en la atmósfera.

Los datos se han recogido, además de la AEMET, por el Observatorio de Mauna Loa de Hawai, Estados Unidos, que afirma que se alcanzó también este récord a principios de mayo.

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