Aunque las condiciones ambientales y el estado de la persona influyen, son esos cuatro genes los responsables de la enfermedad. Las mujeres son las más propensas a padecer estos fuertes dolores de cabeza. Un simple análisis de sangre aportaría la información necesaria para saber si nuestro ADN nos señala como pacientes en potencia.
Uno de los coordinadores de la investigación en España, Alfons Macaya, ha significado que el trabajo, que publica 'Nature Genetics', evidencia por primera vez la tesis sobre el origen genético de la dolencia.
La investigación, que ha comparado las muestras de 5.000 pacientes con migraña y 7.000 sanos, ha permitido identificar los genes MEF2D, TGFBR2, PHACTR1 y ASTN2 que predisponen a la migraña a tener un origen genético, aunque el desencadenante es un factor ambiental como el estrés.
"Es el primer trabajo en que ponemos nombre y apellido a estos genos en población básicamente europea", ha señalado Macaya, que ha subrayado que el mapa genético completo de esta dolencia será algo complejo de conseguir, aunque ya se ha realizado un paso importante en este sentido.
La siguiente meta pasa por investigar los mecanismos moleculares para abrir la puerta a nuevos fármacos y comprender ampliamente el significado práctico del descubrimiento, que proseguirá con una comparación de los genes que predisponen a la migraña en la población americana.
Patricia Pozo y Bru Cormand, del Departamento de Genética de la Facultad de Biología de la UB, son los otros líderes de la investigación sobre la migraña que afecta al 12% de la población, mujeres, en su mayoría.
Los ataques de migraña son episódicos y recurrentes y, cuando ocurren, son extremadamente incapacitantes, teniendo en cuenta que generalmente se asocian a otros síntomas como náuseas, vómitos e hipersensibilidad a la luz y ruidos.