La Unión Europea, un complejo mecanismo de poder

Las cumbres europeas son el máximo órgano de decisión. Los veintisiete primeros ministros y presidentes del Gobierno, como Mariano Rajoy, François Hollande, Angela Merkel... se reúnen sobre su mesa al menos cuatro veces al año. Son secretas y a puerta cerrada.

La letra pequeña de los acuerdos la negociacian después los ministros. Por ejemplo, en el Eurogrupo, la cita que más importancia ha ganado durante la crisis. Sus reuniones tienen lugar en el Consejo Europeo.

Y a tan solo unos metros de allí, encontramos otro organismo: la Comisión Europea. A su mando está Durao Barroso y, en temas económicos, su comisario Olli Rehn. Su misión es vigilar que todos los estados cumplen las normas. Sin embargo, aquí no se decide nada. Tiene una función meramente consultiva. Ellos proponen y son los países los que tienen siempre la última palabra.

La tercera pata de la Unión Europea es el Parlamento. Tiene sede en Bruselas y Estrasburgo, y sus nuevas atribuciones le dan poder de veto en la mayoría de asuntos importantes. Herman Van Rompuy es la cara visible de la UE, aunque su papel es poco más que representativo, ya que tiene poco margen de maniobra ante los pesos pesados como Merkel u Hollande.

Así está ahora Bruselas, aunque se avecinan cambios. En 2014 se celebran elecciones europeas.