Regalan dos tablets a un niño que realizaba sus deberes en una tienda de electrónica

Guillerme usaba cada día la tablet de una tienda brasileña para poder realizar sus deberes, como el resto de sus compañeros de clase. En su casa, no tenía ningún aparato electrónico con el que poder ayudarse para hacer sus tareas. Ahora, la marca de las tablets que él usaba le ha regalado dos ejemplares.

La historia de Guillerme nos recuerda a la de Víctor, el niño que estudiaba bajo la luz de una farola. Su familia no podía pagar la luz y un millonario quiso comprarle una casa nueva.

También llama la atención de Ángelo, que sacó un sobresaliente en matemáticas con su pupitre en la calle. Lalo, que también sacó la misma nota, ni siquiera disponía de una mesa. Su afán por estudiar, supera cualquier obstáculo.

Es el perfecto ejemplo de que estudiar no tiene límites. Porque para ellos, coger el lápiz y el papel cada día es el mejor regalo.