Se cumplen 25 años de aquella final de la Copa de Europa que se saldó con 39 víctimas mortales y más de 500 heridos en el estadio de Heysel, en Bruselas. Tenía lugar el partido entre el Liverpool y la Juventus de Turín y minutos antes del comienzo, el enfrentamiento entre las dos aficiones acabó en una multitudinaria avalancha. El acontecimiento, como sucedió en Alemania, no se suspendió por miedo a la reacción del público.
La mayor tragedia ocurrida en un campo de fútbol data de 1982. Aquel 20 de octubre se disputaba un partido de la Copa de la UEFA en el estadio Lenin de Moscú, 340 aficionados fallecieron y hubo más de mil heridos.
Al margen de los estadios, se han registrado otros dramas similares en otro tipo de recintos. En una discoteca rusa muchos de sus clientes perdieron la vida en un incendio, pero otros tantos murieron al intentar salvar la vida.
Los conciertos son otros de los acontecimientos multitudinarios donde suceden más tragedias de este tipo. En Minsk, en 1999, morían 52 personas cuando estalló una tormenta en mitad de la actuación y el público se agolpó para salir del recinto.
Algo similar ocurría en Roskilde, Dinamarca, en el año 2000. La banda Pearl Jam daba un concierto, cuando la multitud decidió acercarse al escenario. Ocho jóvenes perdieron la vida, otros 26 resultaron gravenmente heridos
