Publicidad
LA VOTACIÓN SERÁ ESTE LUNES
¿Por qué un estado pequeño como Iowa es tan importante en las primarias de EEUU?
Cada cuatro años acapara la atención mundial con sus caucus, un complejo sistema de votación que sirve como primera prueba de fuego de los aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos. Los votantes se reúnen en escuelas o restaurantes y protagonizan apasionadas defensas de uno u otro candidato. No siempre el elegido es el futuro candidato pero sí sirve para vislumbrar quién no lo será.
Es un estado pequeño, rural y alejado de la media demográfica del país, pero cada cuatro años, Iowa acapara la atención mundial con sus caucus, un complejo sistema de votación que desde la década de 1970 sirve como primera prueba de fuego de los aspirantes a la Presidencia de Estados Unidos.
El lunes 1 de febrero, los votantes de Iowa se darán cita en gimnasios, escuelas, restaurantes e incluso domicilios particulares para su peculiar ejercicio de democracia, un proceso rudimentario que puede durar horas y que a menudo incluye apasionados alegatos a favor de uno u otro candidato.
Los caucus son asambleas populares que se organizan en trece estados y varios territorios de EEUU y, aunque no hay consenso sobre el origen exacto de la palabra, muchos aseguran que proviene de la palabra "caucauasu", que en el dialecto de los nativos algonquinos de Virginia significaba "consejero, veterano o asesor".
Al contrario que en unas elecciones primarias como las que celebra Nuevo Hampshire la semana siguiente, los habitantes de Iowa solo pueden votar a cierta hora de la tarde, y deben acudir para ello a una reunión donde se les exige registrarse como votantes del partido demócrata o republicano.
No hay voto por correo, ni métodos alternativos para aquellos que deban trabajar a esas horas o tengan movilidad reducida. Así que, de media, solo uno de cada cinco votantes registrados en Iowa acuden a votar en la primera criba entre los aspirantes a la Casa Blanca.
"Se presentan los más ideológicos, los que tienen una motivación más intensa. En el lado republicano, son los más conservadores, y por eso los votantes evangélicos tienen tanto poder. Entre los demócratas, son los más progresistas", apuntó Goldford.
En el caso de los republicanos, las reglas son sencillas: acuden a un lugar de votación en uno de los 1.681 precintos del estado y emiten un voto secreto: escriben el nombre del aspirante que prefieren en un trozo de papel y lo meten en una caja.
Los demócratas tienen un proceso más complejo, basado en la formación de "grupos de preferencia, en los que tienes que ponerte en pie y declarar tu apoyo a un candidato", resumió Goldford.
Si un candidato no reúne un cierto umbral de aceptación entre los asistentes al caucus, que suele ser del 15 % de los presentes en el lugar de votación, sus simpatizantes están obligados a convencer a otros para que se sumen a su causa o bien rendirse y sumarse a otro de los grupos de preferencia, en un proceso que puede durar horas.
Con los aspirantes seleccionados en cada precinto se calcula cuántos delegados tendría cada candidato en la convención estatal que se celebra en junio, y eso se toma como un "termómetro" que influye en las votaciones primarias en el resto del país. Aún así, Iowa "no determina quién será el candidato" de cada partido, ni mucho menos quién será el presidente, porque "desde 1972, solo ha habido tres ganadores de un caucus competitivo que hayan llegado a la Presidencia": Jimmy Carter en 1972, George W. Bush en 2000 y Barack Obama en 2008
Lo que sí hacen los caucus es determinar "quién no será el candidato" en la convención de ese año, y revelar "fortalezas y debilidades" de cada campaña.
Publicidad