El profesor Pablo Sapag analiza la estrategia de Putin para dulcificar su imagen

Al margen de la guerra, continúa la operación del Kremlin cuyo objetivo es mejorar la imagen de Vladimir Putin, tras el episodio protagonizado por los mercenarios de Wagner. Mostrar amabilidad y control a partes iguales en sus apariciones públicas es esencial para proyectar una figura positiva del presidente ruso hacia Occidente.

El presidente ruso trata de cambiar los rasgos que le han caracterizado hasta ahora con inusuales apariciones públicas, todas televisadas y previamente estudiadas. Por ende, ahora la opinión pública se encuentra con un Putin que se muestra más dulce que nunca a través de sus últimos actos.

La evolución de la imagen de Putin

A lo largo de la historia, Vladimir Putin se ha mostrado cariñoso con los animales o practicando deportes por tierra, mar y aire. Sin embargo, la imagen con la que se ha mostrado desde el motín del Grupo Wagner es más presidencial. El profesor de historia de la propaganda de la Universidad Complutense, Pablo Sapag, indica que este cambio "respondería a las propias características el personaje que ha medida que cumple años tiene que adaptarse".

"Lo que está haciendo el liderazgo ruso es aprovechar la exageración de un hecho puntual como fue la revuelta de los mercenarios del grupo Wagner de Prigozhin, para hacer un ejercicio de contrapropaganda", argumenta Sapag para explicar los mensajes que el Kremlin ha lanzado a Occidente para con el objetivo de dejar claro lo querido que es el presidente ruso en su país.

Los actos de Putin

El presidente ruso se ha mostrado cercano a su público. Desde los baños de masas intercambiado besos, abrazos y fotografías con los ciudadanos hasta su reunión con una niña de ocho años, a la que deja llamar a un ministro desde su mesa.

Diferentes actos que muestran a la persona de Putin desde la misma perspectiva positiva.

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