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MARCHAS EN EL PAÍS

Policías antidisturbios rezan el padrenuestro antes de intervenir contra miles de manifestantes en Ecuador

Ecuador se sumerge en el caos: miles de indígenas llegan a Quito para protestar contra las medidas de austeridad. El palacio presidencial ha sido evacuado y el presidente, Lenín Moreno, ha trasladado el gobierno a Guayaquil, desde donde ha acusado a su predecesor en el cargo, Rafael Correa, de ser el artífice de un intento de golpe de Estado.

Unos 10.000 miembros de colectivos indígenas de Ecuador habían tomado este martes un parque de Quito en la víspera de una marcha con la que esperan la derogación de recientes medidas económicas o la salida del presidente, Lenín Moreno. Llegados desde diferentes puntos del país, indígenas de diferentes nacionalidades, pero sobre todo de la Sierra andina, acampaban desde por la mañana en el parque El Arbolito, donde jóvenes y mayores, mujeres y hombres se repartían en múltiples grupos y esperaban el arribo de nuevos convoyes de manifestantes. La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), y la principal central sindical del país, FUT, han convocado para el miércoles una gran movilización a nivel nacional, pero con epicentro en Quito, donde la idea es marchar hacia el casco colonial y llegar al palacio presidencial de Carondelet.

"Esta lucha, esta marcha, este reclamo es del pueblo, aquí no hay banderas políticas, no hay dirigentes a título personal", aclara a Efe la dirigente nacional del pueblo Kayambi, Teresa Margarita Ulcuango. Sin dejar lugar a ambages, esta líder del cantón Cayambe, en el norte de la provincia de Pichincha, sostiene que "la principal reivindicación hoy es que Lenín Moreno tiene que largarse, queremos un presidente del pueblo para el pueblo". Y censura que el mandatario ecuatoriano ha cometido un "grave error" al abandonar el lunes la sede de Gobierno para viajar a la ciudad costera de Guayaquil.

"Carondelet es la casa de los presidentes y ahí debe esperarnos, pero en el momento que abandonó nos la entregó, entonces llegaremos a la Presidencia, a nuestra casa y veremos qué vamos a hacer", dice antes de remarcar "¡abajo Lenín Moreno, carajo!", a lo que varios arremolinados en torno a ella espetaban la misma consigna jacobina. A pocos metros, en el ágora de la Casa de la Cultura, se sucedían las reuniones asamblearias de dirigentes indígenas y que aglutinaban a unas 2.000 personas, sin que se conozcan sus resultados.

Los líderes nacionales han rechazado el diálogo con el Gobierno y exigen la derogación de las medidas económicas, entre las que se cuenta la polémica eliminación del subsidio a las gasolinas, con el consiguiente encarecimiento de precios, y principal detonante de los paros y disturbios desde hace seis días en todo el país. "Me di cuenta de que ni siquiera estaban de acuerdo los dirigentes de qué quieren hacer, algunos decían que Moreno debía irse, otros que no debe irse", comentó a Efe David Domínguez, procedente de la comunidad de Pucarrumi, en la sureña Cuenca, con una lanza de hierro en mano que califica de simbólica.

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