Militares en Afganistán

Publicidad

MÁS FUNCIONES PARA SUS 9.800 SOLDADOS

Obama firma en secreto una orden que amplía la misión de EEUU en Afganistán en 2015

El cambio en la estrategia responde, según The New York Times, a las presiones del Pentágono para completar con éxito la misión en Afganistán, la guerra más larga de la historia de EE.UU., y permitiría a las fuerzas estadounidenses ejecutar misiones contra los talibanes y otros grupos que sean una amenaza para ellas o el Gobierno afgano.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha firmado una orden secreta que autoriza a una mayor misión militar en Afganistán durante 2015 frente a la planificada en un principio, según ha informado el diario 'The New York Times'. Esta decisión permite ejercer a las tropas estadounidenses un papel directo en Afganistán durante al menos otro año.

La decisión de Obama se habría producido durante un encuentro reciente con consejeros de seguridad nacional en la Casa Blanca. El pasado mes de mayo Obama afirmó que el Ejército estadounidense no tendría un papel combativo en el país durante 2015, por lo que las misiones de los 9.800 efectivos desplegados se limitarían a entrenar a las fuerzas afganas y detener los "restos" de Al Qaeda. Esta nueva orden firmada por el mandatario permite, sin embargo, a las tropas estadounidenses poner en marcha misiones contra los talibán y otras milicias que supongan una amenaza para la seguridad del Ejército o del Gobierno afgano.

Además, esta autorización también da luz verde a los ataques aéreos para respaldar la lucha de las fuerzas afganas, que en algunas ocasiones acompañan a sus efectivos en sus operaciones contra los talibán. Sin embargo, no hace referencia a si se ampliará el despliegue de tropas estadounidenses.

Este cambio se produce tras el surgimiento de un debate con dos aspectos: la promesa de Obama de poner fin a la guerra en Afganistán y la solicitud por parte del Pentágono de que las tropas finalicen las misiones pendientes en el país. Según el diario estadounidense, han sido dos las cuestiones que han acabado por dirigir la balanza. Una de ellas es el criticismo al que se enfrenta Obama tras el avance de las fuerzas del Estado Islámico en Irak y Siria, y la otra es que el nuevo presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, se ha mostrado más receptivo ante un aumento de la presencia militar extranjera en el país.

Publicidad