El presidente francés Emmanuel Macron (c) atiende a los medios junto al ministro de Interior Gerard Collomb (izda), y al primer ministro francés, Edouard Philippe

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APROBADA POR MAYORÍA ABSOLUTA

Una nueva ley antiterrorista sustituirá al estado de emergencia en Francia

Se pondrán en marcha perímetros de seguridad en lugares susceptibles de ser objeto de atentados y se harán controles en un radio de diez kilómetros en torno a los aeropuertos y las estaciones de trenes internacionales, entre otras medidas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha firmado una nueva ley antiterrorista que entrará en vigor a partir del miércoles y, al dar carácter permanente a varias medidas de seguridad excepcionales, permite levantar el estado de emergencia aplicado de forma ininterrumpida durante casi dos años. En un breve acto de rúbrica delante de las cámaras, Macron dijo que dentro de dos años se evaluará esta nueva ley, adoptada por una amplia mayoría del Parlamento, donde la respaldaron 415 de los 577 diputados y 242 de los 348 senadores.

El portavoz del Gobierno, Christophe Castaner, apuntó que con el nuevo dispositivo promovido por el jefe del Estado se quiere poner fin al estado de emergencia activado inmediatamente después de los ataques yihadistas del 13 de noviembre de 2015 en París, que es "una herramienta temporal" para "circunstancias excepcionales". El ministro del Interior, Gérard Collomb, defendió algunas de las disposiciones más polémicas al poner el acento en que "la amenaza terrorista sigue siendo grande".

A ese respecto, recordó el atentado terrorista en el que fueron asesinadas dos jóvenes delante de la estación de Marsella el pasado 1 de octubre. Collomb se refirió a la puesta en marcha de perímetros de seguridad en lugares susceptibles de ser objeto de atentados (como grandes festivales o las salidas y llegadas del Tour de Francia), en los que se procederá al control sistemático de las personas que entren, recurriendo eventualmente a agentes de seguridad privados.

En paralelo, y con carácter estable, se harán controles en un radio de diez kilómetros en torno a los aeropuertos y las estaciones de trenes internacionales. Los prefectos (delegados del Gobierno) estarán habilitados para clausurar centros religiosos desde los que se profieran discursos que "inciten a la comisión de actos terroristas". El ministro precisó que actualmente hay once clausurados. Al igual que durante el estado de emergencia, el Gobierno podrá limitar los movimientos de personas que se considere que tienen vínculos con organizaciones terroristas, una medida que afecta en la actualidad a 41 personas.

Lo que cambiará es que aumenta el marco de las restricciones de desplazamientos al municipio de residencia, y que tales personas deberán fichar diariamente en comisaría. Igualmente seguirán vigentes los registros administrativos de domicilios, aunque estarán sometidos a autorización previa por la autoridad judicial, que también podrá ejercer un control sobre el tratamiento de los elementos que se requisen.

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