Niños Colombia
El drama anterior de los hermanos que sobrevivieron 40 días perdidos: "Huían a la selva de su padrastro maltratador con un machete"
No era la primera vez que los cuatro hermanos de Colombia tenían que sobrevivir. Cuando el padrastro llegaba ebrio, la mayor, de 13 años, huía con todos a la selva, cogiendo agua, comida y un machete.
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Habían pasado 40 días de búsqueda, cuando un grupo de indígenas que colaboraban en las tareas del rescate encontrarona los cuatro hermanos a 5 kilómetros de la avioneta accidentada.
Los militares habían pasado por el lugar 24 horas antes. No era la primera vez que barrían la zona, pero no vieron a los pequeños. Junto a ellos estaba José. El periodista fue uno de los pocos que participó y fue testigo de las tareas de rescate.
Nos cuenta que es muy difícil trabajar en la selva porque todo el paisaje parece igual y es tan densa que podían perderse si se alejaban apenas dos metros del grupo. De hecho, cuenta, los militares no abandonaban nunca el GPS, en ninguna situación.
Difíciles condiciones de supervivencia
La selva es oscura, húmeda, caminar no es fácil, hay poca visibilidad. A las cuatro de la tarde no se ve nada. De hecho, como los árboles alcanzan los 50 metros y las copas están tan juntas, los equipos de rescate apenas veían los rayos de sol.
Cuando los encuentran, los niños están agotados, pero no lloran. Han dejado de caminar y esconderse. Están serenos, tranquilos. La hermana mayor incluso ha guardado algún móvil, que recuperó de la avioneta, para que sus hermanos jueguen. "Sobreviven porque pertenecen a ese entorno", nos cuenta José.
Los pequeños son del sur de Colombia, en la Amazonía profunda. Allí está su casa, esa de la que huían a la selva para protegerse de un supuesto padrastro maltratador. Un hombre que a veces, según le han contado al periodista, en la aldea donde vivían, llegaba ebrio y agresivo. Para esquivarlo, la niña solía coger a sus hermanos, agua, comida, algún juguete y un machete y escapar a la selva, porque la jungla empezaba en el patio de su casa. Eso, probablemente ha sido la mejor enseñanza de supervivencia, según José.
Un padrastro que según el periodista, falseó la realidad. Los niños no pudieron despedirse de su madre. Ya estaba muerta: "Los cuerpos recibieron tal impacto que estaban desmembrados". Los niños salvaron su vida, porque iban sentados detrás. Fueron los únicos asientos de la avioneta que no salieron despedidos.
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