Suceso

El padre de los niños perdidos en la selva de Colombia: "Estuvieron cuatro días viendo a su madre morir"

El padre de los menores cuenta que la madre murió tras estar cuatro días con sus hijos. Estos se alimentaron a base de frutos silvestres.

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"La madre estuvo cuatro días viva, entonces antes de morir les dice 'váyanse'", son las declaraciones del padre de los pequeños que han sobrevivido 40 días solos en la selva colombiana. La hija mayor, de 13 años, le ha dado algunos detalles de cómo fueron los primeros días después del accidente de avioneta que acabó con la vida de su madre.

La madre le dijo a sus hijos antes de morir que fueran a buscar al padre

Manuel Ranoque, el padre de los niños, ha asegurado que su esposa Magdalena estuvo vida durante 4 días después del accidente de la avioneta. Antes de morir le dijo a sus hijos que abandonaran el lugar para reunirse con el padre, así se lo ha confiado Leslie, una de las hijas de 13 años.

Sobrevivieron 40 días comiendo frutos silvestres

Los niños sobrevivieron comiendo frutos silvestres ya que conocían las plantas de la selva, especialmente la hermana mayor. También utilizaron parte de las mochilas que lanzaron por parte de las fuerzas militares para seguir alimentándose.

Los cuatro niños se quedaron cerca de la avioneta siniestrada mientras la madre estuvo herida. "Lo único que me aclara mi hija es que la madre estuvo 4 días viva, entonces, antes de morir les dijo a sus hijos, 'váyanse'", cuenta el padre Manuel Ranoque.

Tras la muerte de la madre, una hija fue a pedir ayuda

Cuando la madre murió, la hermana mayor decidió ir a buscar ayuda, pero llegar a un poblado era difícil. Al principio los niños tenían más fuerza, luego, a medida que pasaban los días, empezaron a agotarse. No dormían, había demasiados insectos y humedad, han contado a su familia. De hecho, se les pudrieron los zapatos y la ropa. Todavía les cuesta andar y aún les duelen los pies. Apenas comían: yuca, semillas y alguna fruta silvestre. "Espero que los niños se recuperen bien", dice su padre.

Pasaban los días y los niños no encontraban ayuda. Tenían tanto miedo que cuando escuchaban a los equipos de rescate, se escondían en los troncos viejos. Por esa razón han tardado más en localizarlos. Ahora se recuperan en un hospital de Bogotá y hasta el momento hablan muy poco, seguramente afectados por el torrente de sucesos que han vivido durante más de un mes en plena selva.

Necesitarán tiempo para asumir todo lo que les ha pasado. Son 40 días en los que los niños no se alejaron mucho de la avioneta y apenas se movieron en un entorno máximo de 20 kilómetros.

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