Salud
Va al médico por un dolor de cuello y resulta ser una infección bacteriana carnívora que la deja paralítica
Los médicos le recomendaron reposo, pero tuvo que ser intervenida de urgencia en dos ocasiones y con escasas probabilidades de sobrevivir.
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Trágico suceso para una familia de Australia. Una mujer ha quedado paralítica tras someterse a dos cirugías de urgencia a vida o muerte. Pensaba que su dolencia era una simple distensión en el cuello, pero fue una infección de estafilococos lo que le provocaba tal malestar.
Es el caso de Karen Stevens. Una mujer australiana de 54 años. Según relata 'Daily Mail', Karen comenzó a sentir un dolor de cuello y lo atribuyó a una distensión muscular debido a su trabajo de limpiadora. Tras conocer de su dolencia, los médicos le dijeron que descansara, pero el pasado 28 de julio fue trasladada de urgencia al hospital después de perder toda sensación y movilidad en brazos y piernas.
Las inminentes pruebas mostraron que sufría una infección por estafilococos que había dañado los nervios, el tejido y los huesos que rodeaban su columna. Después de una cirugía de doble laminectomía de emergencia para extirpar hueso y drenar los abscesos que comprimían su médula espinal, Karen parecía estar estable.
Se sometió a otra cirugía
Por desgracia, la tortura de la mujer no cesó ahí. Tres días después, tenía dificultades para respirar. Después de varias pruebas, se observó que la infección había penetrado en su canal espinal y había llegado más arriba, llegando a dañar las vértebras cruciales C2-C7.
Los médicos aseguraron que Karen necesitaba otra cirugía, pero tan solo tenía un 10% de posibilidades de sobrevivir. Contra todo pronóstico, la mujer se recuperó de la segunda operación y logró respirar por sí misma: "Una hazaña enorme después de que los médicos le advirtieran que no estaban seguros de si algún día volvería a respirar sin ayuda", comentaron sus familiares.
Una página de recaudación de fondos ha cubierto todos sus gastos, superando su objetivo y recaudando 13.000 dólares: "Todo el dinero se destinará a su recuperación mientras esté en Australia y los costos para llevarla de regreso a Nueva Zelanda cuando esté médicamente estable para viajar, luego continuará su rehabilitación en la unidad espinal de Burwood en Christchurch, Nueva Zelanda", aseguran.
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Ahora, Karen se encuentra tranquila y con más fortaleza. Ya ha recibido clases de fisioterapia que le resultan agotadoras pero de las que sale reconfortada.
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