El senado eleva la edad mínima para comprar un arma

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el país sigue muy dividido sobre el tema

Más del 80% de los estadounidenses apuesta por aumentar el control de armas

La mitad de los estadounidenses califica la violencia armada como un problema muy grande en su país, pero esa percepción está muy dividida entre quienes poseen armas y quienes no, y entre republicanos y demócratas.

Más del 80% de los estadounidenses quieren aumentar ligeramente los controles a la compra y la capacidad de portar armas de fuego, pero el país sigue muy dividido sobre el tema, pese a que el 44% de los ciudadanos aseguran conocer personalmente a alguien que haya recibido un disparo de bala.

Según un sondeo publicado por el centro de estudios Pew y desarrollado entre abril y marzo, la mitad de los estadounidenses califica la violencia armada como un problema muy grande en su país, pero esa percepción está muy dividida entre quienes poseen armas y quienes no, y entre republicanos y demócratas.

El mayor punto de consenso está en una serie de posibles limitaciones a la compra y tenencia de armas que hasta ahora no han tenido éxito en el Congreso estadounidense, en parte debido a la influencia de la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA). El 89% de los consultados quieren que haya medidas para evitar que la gente con enfermedades mentales pueda comprar armas; mientras que el 84% respalda que haya controles de antecedentes para los compradores de armas en ferias y vendedores privados, ahora exentos.

Además, el 83% apoya prohibir la venta de armas a aquellos que integren las listas gubernamentales de vigilancia por actividades sospechosas o de personas que tienen prohibido volar en aerolíneas comerciales. Otras ideas suscitan también un apoyo mayoritario, aunque más dividido entre quienes tienen y no tienen armas: crear una base de datos federal para seguir la pista a la venta de armas, respaldada por el 71%; prohibir las armas de asalto (apoyada por el 68%); y vetar los cartuchos con alta capacidad (por el 65%).

Cuando se dejan atrás las medidas concretas y se pregunta en general sobre la posibilidad de reforzar la legislación sobre armas, el apoyo es menor: el 52% de los encuestados afirmaron que las leyes al respecto deberían ser más estrictas, mientras que el 30% opinaron que están bien como están y el 18% apostó por relajarlas.

El 72% de los estadounidenses han disparado un arma de fuego en su vida, y el 48% creció en una casa donde había armas, mientras que el 59% tiene amigos que poseen pistolas, según la encuesta. Pero apenas el 30% de los estadounidenses dice tener un arma, mientras que más del 30% asegura que no la posee y no cree que vaya a hacerlo en el resto de su vida. Entre quienes tienen armas, no obstante, la pasión es fuerte: el 66% asegura que posee varias, y el 73% dice que no se imagina no tener ninguna en algún momento de su vida, mientras que el 74% asegura que esa propiedad es "esencial" para su sensación personal de libertad.

El 23% de los estadounidenses asegura que alguien ha usado un arma para amenazar o intimidarles a ellos o a su familia, una experiencia más común para los negros (entre los que el porcentaje se eleva al 32%) y los hispanos (24%) que para los blancos (20%). La encuesta se hizo en abril y marzo a una muestra de 3.930 estadounidenses, incluidos 1.269 propietarios de armas, y tiene un margen de error de más o menos 2,8 puntos porcentuales.

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