Los lobos han atacado hasta en siete ocasiones a los habitantes de la localidad china de Zaozhuang.  Dos personas han fallecido y un niño se encuentra todavía hospitalizado por las heridas.

El miedo ha provocado que los padres se organizaran en grupos para acompañar a los más pequeños a la escuela, ubicada fuera del pueblo: "Llevamos a los niños al colegio todos juntos. No les permitimos que vuelvan a casa solos y cuando ya están allí, les pedimos que hagan sus deberes en vez de salir a fuera a jugar" asegura una vecina de la localidad.

Y mientras los pequeños se refugian, policía y vecinos realizan batidas, inspeccionando palmo a palmo la ciudad y siguiendo el rastro de los animales. Cuando hallan a uno de los ejemplares y lo capturan.

En otra de las búsquedas, encuentran escondido en un bosque, a las afueras, a otro lobo. Tras dispararle lo exhiben como trofeo en el centro de la localidad. Es la prueba de que la ciudad ha recuperado la calma.