Además de los países que luchan abiertamente contra la pandemia de coronavirus, también hay otros que aseguran no tener ningún caso en su territorio. Por un lado, estados muy remotos, como los archipiélagos del Pacífico, y por otro, algunas de las dictaduras más alejadas del concepto de transparencia, como Corea del Norte.
Corea del Norte es inmune al coronavirus. Eso es lo que aseguran las autoridades del régimen más hermético del mundo, quienes no han reportado hasta ahora ni un sólo caso. Algo poco creíble, cuando sus vecinos China y Corea del Sur suman cerca de 100.000 infectados.
Algo similar ocurre en dos repúblicas exsoviéticas, Tayikistán y Turkmenistán. Con el agravante de que en este país, fronterizo con Afganistán, incluso se ha prohibido mencionar la palabra "coronavirus".
Más creíbles son los informes que provienen desde los mares del sur. El aislamiento en medio del Pacífico de archipiélagos, como Salomón, Marshall, Micronesia o Samoa facilitan enormemente el control de entrada de posibles infectados.
Además, están los países que aún teniendo casos han sabido hacerse con el control de la pandemia. Es el caso de Dinamarca. En esta nación escandinava, el "deber cívico" unido a su bajo nivel de corrupción y la fortaleza de su cadena de suministros harán posible que el confinamiento se flexibilice después de Pascua.
Islandia, Chequia, Grecia y Portugal son otros países que están manteniendo a raya al virus. Todos tienen en común el haber realizado de forma masiva test rápidos o el uso generalizado de mascarillas.
En Asia, es Singapur el ejemplo más claro de cómo combatir al Covid-19. Aunque aquí ha sido la mano dura la que ha funcionado contra aquellos que no cumplen las normas de aislamiento, con castigos como retirada de pasaportes o de los permisos de trabajo.