Un joven se suicida por los dolores causados por la circuncisión

Alex Hardy, un estudiante británico, se quitaba la vida en noviembre de 2017. Su madre, Lesley Roberts, ha querido contar el correo electrónico que su hijo le dejó.

El suceso ocurrió hace más de un año, pero ahora, la madre ha querido compartir la historia. "si esta información le puede servir a alguien, entonces ha cumplido su propósito, escibrió el joven en un email que envió a su madre. "Si mi historia puede generar conciencia para romper el tabú de la sociedad sobre la salud de los hombres, entonces me alegra que publiquen mis palabras, agregó y según recoge la 'BBC'.

En el correo, el joven explica a su madre que se había sometido a una operación de fimois, algo que ella no sabía.

El joven consideraba que debería tratarse como una "mutilación genital masculina". "Desde mi adolescencia me creó problemas: mi prepucio no se retraía sobre el glande, lo que causó algunos momentos incómodos".

Durante varios ocasiones acudió al urólogo donde probó tratamientos alternativos. Hardy explicaba en el correo los problemas físicos que derivaron de esa cirugía.

Hardy describió que experimentaba una estimulación constante. "Estas sensaciones, siempre presentes en la fricción de la ropa, son una tortura en sí mismas; no se han atenuado o normalizado con el paso de los años", escribió. También señaló que tuvo disfunción eréctil y sensaciones de ardor y picor. A lo que añadió "mi sexualidad ha quedado arruinada".

Además, el joven criticaba en el correo que "la circuncisión masculina se ha normalizado hasta el punto de que la mayoría de la gente no la cuestiona, mientras que la circuncisión femenina, conocida como mutilación genital femenina, es ilegal en muchos países".

La madre, contó en la BBC que "no estoy calificada para decir que la circuncisión siempre es mala, porque no lo es". "Lo fue en el caso de mi hijo y creo que necesitamos más investifación. Tenemos que investigar los riesgos".