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BÉLA BISZKU, MINISTRO DEL INTERIOR HÚNGARO ENTRE 1957 Y 1961

Hungría emite la primera condena por crímenes durante la dictadura comunista

Béla Biszku, ministro del interior húngaro entre los años 1957 y 1961, será el primer condenado por crímenes de durante la dictadura comunista. La sentencia, la primera de este tipo que emite Hungría, le condena a dos años de cárcel por su complicidad en crímenes de guerra tras la revolución antosoviética de 1956.

Béla Biszku, ministro de Interior húngaro entre 1957 y 1961, ha sido condenado a dos años de cárcel por su complicidad en crímenes de guerratras la frustrada revolución antisoviética de 1956 que fue duramente reprimida. Es la primera sentencia de este tipo en Hungría.

El Tribunal de Budapest consideró que, aunque no se ha demostrado que Biszku, que hoy tiene 93 años, fue responsable de la muerte de 46 personas, como lo acusaba la Fiscalía, sí fue culpable de crímenes de guerra al formar parte de la estructura represiva de la dictadura comunista.

Es la primera sentencia emitida en Hungría por crímenes cometidos durante la dictadura comunista, que duró de 1947 a 1989.

La sentencia en primera instancia es condicional y no supone la entrada en la cárcel de Biszku, a no ser que cometa algún delito en los próximos tres años.

El fallo también considera que el exministro es culpable de haber negado los crímenes del régimen comunista. La Fiscalía acusaba al condenado de haber formado parte del llamado Comité Ejecutivo Provisional que, tras la revolución antisoviética de octubre de 1956, creó las "milicias armadas" que jugaron un importante papel en la posterior represión.

En diciembre de 1956 estas milicias dispararon contra una multitud que se manifestaba contra el régimen, causando 46 víctimas mortales, entre ellas mujeres y niños.

La acusación pública consideraba que, aplicando el Convenio de Ginebra sobre la protección de civiles en tiempo de guerra, Biszku fue cómplice de crímenes penados con cadena perpetua.

El Tribunal de Budapest ya había condenado en 2014 a Biszku a cinco años y medio de cárcel, pero esa sentencia fue apelada y anulada por fallos procesales, lo que obligó a repetir el juicio.

Biszku está en arresto domiciliario desde septiembre de 2012, después de que la Fiscalía le acusara de homicidio, y también está imputado por posesión de munición sin autorización.

La revolución que estalló el 23 de octubre de 1956 fue aplastada rápidamente por el Ejército Soviético y durante la represión que siguió fueron ejecutadas unas 400 personas y más de 20.000 fueron encarceladas.

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