Son expertas en armas y artes marciales. Su misión: proteger a Gadafi. Y una particularidad: ser vírgenes. El coronel formó su propio ejército de guardaespaldas. En total eran 400 mujeres que se convirtieron en su sombra y en sus amazonas personales.
Cinco de ellas han roto el silencio para acusar a su líder de continuas violaciones y chantajes. Según sus testimonios tanto el dictador, como sus hijos y varios oficiales del régimen abusaron de ellas. Mujeres que han recibido un duro entrenamiento tanto militar como en defensa personal y que juraron morir por Muanmar Gadafi si hiciera falta.
Una de ellas demostró su fidelidad en un viaje del coronel a Grecia en 1998. Unos hombres tirotearon el automóvil en el que viajaba el mandatario pero una agente se abalanzó sobre el vehículo: dio su vida para salvar la del dictador.
Son mujeres que hoy denuncian el maltrato y que en otro momento afirmaron que el dictador no sólo les confiaba la protección de su persona, sino de una ideología que les dio libertad. Libertad para matar a quien se opusiera al régimen y atentara contra el dictador