Guerra Rusia y Ucrania

El grito desgarrador de Dima: llama a su padre sin saber que está herido de gravedad tras un bombardeo

Dima llama a su padre desde la cama de un hospital donde se recupera de un ataque ruso. Lo que desconoce el pequeño es que su progenitor se encuentra en estado grave.

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La mayoría no tienen más de 12 años y ya pesa sobre sus espaldas el peso de la guerra y del horror que están viviendo desde que Rusia decidió atacar Ucrania. El miedo se refleja en su rostro, también en sus lágrimas. Son las víctimas más inocentes de un conflicto bélico que estalló hace más de un mes.

Niños de guerra

Muchos han conseguido salir de Ucrania, según Unicef, son más de 1,5 millones de niños los que ya han huido a los países vecinos como Polonia o Rumanía. Sin embargo, no todos han corrido con esa misma suerte. Hay menores que siguen atrapados en un país que diariamente es asediado por las bombas y los misiles.

Situado a unos 250 km al noroeste de Mariúpol, el hospital pediátrico de Zaporiyia acoge a niños, en su mayoría procedentes del este y del sur de Ucrania, las regiones donde los ataques de los soldados enviados por el Kremlin son más intensos y cruentos. Allí los médicos tratan no sólo de aliviar el dolor físico de los 23 pequeños ingresados, también el del alma.

El trauma de los niños heridos

Una línea verde a un lado de la cara y el cuello marca sus heridas. Con 11 años, Milena junto a su familia escapaba de Mariúpol cuando en un control las tropas rusas abrieron fuego contra ellos: "Recuerdo disparos, mi madre gritando y pidiendo ayuda para que se detuviera la hemorragia", relata.

Junto a Milena una venda oculta la nariz de Sasha, herencia de un cohete que impactó en su casa mientras jugaba con unos amigos: "Cuando me levanté tras el impacto vi que todos estaban cubiertos de sangre", explica.

Dima llama a su padre desde la cama del hospital. Allí se recupera de los bombardeos, que le alcanzaron a él y a toda su familia en Mariúpol, donde vivían. Lo que desconoce este pequeño es que su progenitor se encuentra en estado grave.

Son las historias de la crueldad y del dolor de una guerra de la que no se salvan ni los más pequeños.

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