Estados Unidos-China

La estrategia oculta detrás de la tregua entre EE.UU. y China: "No es una paz definitiva"

¿Han firmado China y Estados Unidos la paz? Analizamos el acuerdo alcanzado entre las dos grandes potencias y descubrimos qué hay tras esa tregua.

Imagen de dos contenedores de mercancías

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"Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más". No sabemos si en la relación entre EE.UU. y China el momento en el que nos encontramos es un momento de perdón. Tampoco quién perdonaría a quién. Más bien parece un momento de tregua.

Si nos ceñimos a los hechos, lo que sí parece haber ocurrido es que ambos actores se han dado cuenta de que son enemigos íntimos, de esos que te hacen falta para seguir adelante.

La guerra comercial entre las dos grandes potencias mundiales es un choque abrupto entre dos muros de hormigón del que nadie parece pueda salir beneficiado. El acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y China ya está en vigor. Se pacta la suspensión de los aranceles implementados recíprocamente durante un periodo inicial de 90 días. Las importaciones procedentes de China pasan a estar gravadas en un 30% desde el anterior 145%, mientras que China recorta las tarifas aplicadas a las importaciones desde EE.UU. al 10%, frente al 125%.

Para entender qué se esconde tras este pacto, desde la Newsletter de Antena 3 hemos hablado con Ernesto Campos, economista, asesor-fiscal y profesor de la Universidad Internacional de Valencia.

"El acuerdo de suspender la mayoría de aranceles durante 90 días es una tregua táctica, no es una paz definitiva. Las potencias buscan aliviar tensiones económicas y políticas internas, pero, lo cierto es, que mantienen aranceles significativos en sectores claves. Esto es una pausa estratégica que ofrece respiro, ofrece oxígeno, pero que no resuelve las diferencias estructurales en su relación comercial, pero sí que deja la puerta abierta a tratar de lograr un tratado completo. Deja esa posibilidad", comenta Campos.

En el marco de la desescalada en las tensiones comerciales entre ambos países, Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva para reducir al 54%, desde el 120%, el arancel aplicado a las importaciones de bajo valor o 'de minimis' procedentes del país asiático. "La exención de minimis lo que permite es la importación de productos de bajo valor sin aranceles. Trump ha reducido los aranceles de estas importaciones desde China del 120% al 54% manteniendo una tarifa plana de 100 dólares por paquete. Esta medida lo que busca es controlar el flujo de productos baratos que ingresan en el mercado estadounidense. Afecta sobre todo a minoristas como 'Shein' y 'Temu' a plataformas de comercio online minoristas", indica el economista.

Esta exención permitía que la mercancía que llegaba de China con un valor inferior a los 800 dólares no tuviese aranceles. Sin embargo, el pasado mes de febrero, entre las estrategias desplegadas por Trump en su nueva andadura política, decidió que esto había terminado e impuso un tipo del 120% del valor del paquete con una tarifa fija de 100 dólares que ha estado en vigor 12 días.

El carácter temporal de este acuerdo recuerda que no se trata de un final de la guerra, sino como antes apuntó Campos de un alto el fuego. "El período de 90 días es una ventana, es un espacio para avanzar hacia un acuerdo más duradero. Sin embargo, las diferencias estructurales persisten y el riesgo de reescalada no está descartado. Por lo tanto, es un tiempo para negociar, pero también para prepararse ante posibles nuevas tensiones".

Cierto es que, pese a no ser un pacto de paz, este cese de hostilidades ha sentado bien a los mercados bursátiles. "Ha reducido temporalmente los temores de recesión, ha mejorado la confianza en los inversores. No obstante, la economía mundial sigue enfrentando grandes desafíos y la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales, entre las dos principales potencias, mantiene en cautela a todas las previsiones económicas. Por tanto, es una tregua, pero mucha cautela", pide el experto.

Y en esa cautela, la pregunta que más nos afecta es ¿en qué situación queda Europa? "Europa observa desde la barrera sin ser una parte activa en las negociaciones. La Unión sí que ha expresado la bienvenida al acuerdo, su alegría por el acuerdo, pero aún afronta aranceles estadounidenses en varios sectores y la falta de avances en sus negociaciones con EE.UU. le deja en una posición de espera, buscando oportunidad para reactivar ese diálogo comercial necesario. Por tanto, Europa no se ha quedado atrás, pero sí va un poco rezagada. Lo que no se puede quedar, es dormida. Debería aprovechar esta oportunidad para fortalecer sus relaciones con Pekín y sentarse a dialogar realmente con EE. UU. intentando llegar a un mejor acuerdo", concluye Ernesto Campos.

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