Caso Kennedy
Estos fueron los testigos más enigmáticos del asesinato de Kennedy
Aportaron datos, desviaron la atención, alimentaron teorías o generaron dudas. Repasamos los personajes que fueron testigos oculares del asesinato o que tenían alguna vinculación con los protagonistas del caso.
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La Comisión Warren tomó cientos de testimonios, entrevistó a decenas de testigos que aportaron información, plantaron pistas falsas, tejieron conspiraciones o sumaron incongruencias... como en el caso de Ruth Paine.
Ruth Paine: la casera de Oswald
Fue una de las fuentes más importantes para la Comisión Warren. Paine apenas conocía a Lee Harvey Oswald, el acusado del asesinato del presidente John F. Kennedy. Apareció en su vida pocos meses antes del suceso. Paine acogió a la familia de Oswald en su casa, le consiguió un trabajo en el Depósito de Libros Escolares de Dallas y guardó el rifle con el que supuestamente se cometió el crimen en su garaje.
"Después vimos que el rifle no estaba en el garaje"
Paine relató a la comisión cómo se enteró del asesinato de Kennedy: "Escuchamos en la televisión que habían disparado al presidente. Una hora después, seis policías llegaron a mi puerta y nos dijeron que tenían a Oswald bajo custodia. Después vimos que el rifle no estaba en el garaje".
Los conspiranoicos creen que esta mujer sería una agente del gobierno que ayudó a inculpar a Oswald, mientras que sus defensores piensan que la persecución y las sospechas vertidas sobre ella forman parte de un montaje.
Jack Ruby: el asesino de Oswald
Otro personaje clave en el caso fue Jack Ruby, el hombre que mató a Oswald dos días después del atentado mientras era trasladado por la Policía. Ruby era un empresario nocturno con antecedentes penales y conexiones con la mafia italiana.
En su lecho de muerte, Jack Ruby aseguró que actuó solo, sin conspirar con nadie ni premeditarlo. Sea verdad o no, lo cierto es que acabó con la clave del caso Kennedy: Lee Harvey Oswald.
Un paraguas abierto en un día soleado
Pero no todos los misterios que rodearon al asesinato de Kennedy tienen una explicación tan compleja. Algunos se deben a simples coincidencias o gestos simbólicos. Por ejemplo, la extraña imagen de un hombre con un paraguas abierto en un 22 de noviembre tan soleado se debió a una protesta política.
Ese hombre era Louie Witt, un vecino de Dallas que abrió el paraguas como signo de protesta, un gesto que puso de moda el ex primer ministro británico Chamberlain en los años 30.
La dama de rojo y el hombre que reza
También se puso el foco en el abrigo rojo de Jane Hill. Conocida como la dama de rojo, Hill fue uno de los testigos más cercanos a la limusina presidencial y, hasta su muerte, sostuvo que escuchó más de tres disparos, así como que provenían de la calle y no del depósito de libros.
Allí, en la puerta de ese depósito, las cámaras captaron a un hombre que parecía rezar. Algunos aseguraron que se parecía mucho a Oswald y que si él estaba ahí, en la puerta de la entrada, no pudo disparar desde la ventana como grabó Abraham Zapruder, el autor del famoso vídeo del asesinato.
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Abraham Zapruder: el videoaficionado
El videoaficionado Abraham Zapruder era un comerciante norteamericano de origen ruso que ese día estrenaba su cámara Super 8. Siempre ha llamado la atención que su pulso ni se inmutase con los disparos, como si supiese lo que iba a pasar, pero su vídeo se convirtió en metáfora del asesinato de Kennedy: en sus fotogramas vemos qué sucedió y presenciamos el crimen, pero lo que nunca tendremos claro es qué pasó realmente.
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