El principal sospechoso de la agresión mortal de un estudiante de extrema izquierda el miércoles, en una calle comercial del centro de París, es un joven de 20 años natural de Cádiz vinculado a un grupúsculo de extrema derecha, según indicó la policía.
Esteban M. nació en Cádiz en 1992, tiene nacionalidad francesa y está vinculado a las Juventudes Nacionalistas Revolucionarias (JNR), explicó un portavoz de la Prefectura de Policía, que señaló que el sospechoso ha reconocido su implicación en la muerte de Clément Méric, aunque puntualizando que actuó en defensa.
La víctima es Clément Méric, un estudiante de 19 años de la prestigiosa universidad de Sciences Po
La víctima, Clément Méric, estudiante de 19 años de la prestigiosa universidad de Sciences Po y conocido por su militancia de izquierdas, se encontraba junto con tres amigos en una tienda cuando en el local entró un grupo de "cabezas rapadas".
El portavoz dijo que Esteban M. ha subrayado en sus primeras declaraciones, desde que fue arrestado este jueves a primera hora de la tarde en Saint Ouen, ciudad de la periferia norte de París, que con sus otros amigos "reaccionó en defensa" en el altercado que los enfrentó a un grupo de jóvenes izquierdistas. También insistió en que no tuvo intención de matar, añadió la Prefectura de Policía.
La detención de este cabeza rapada, cuya fotografía fue publicada por la televisión "M6", se produjo en la calle junto a otras tres personas (dos hombres y una mujer) que los investigadores creen que también estaban presentes en la pelea, que tuvo lugar en la calle Caumartin, una zona muy comercial cerca de la estación de Saint Lazare.
Según varios testigos, Esteban M. golpeó con un puño americano a Méric -estudiante de Ciencias Políticas de 19 años y miembro de una asociación antifascista-, y al caer se dio en la cabeza con un bolardo metálico lo que le produjo una fuerte hemorragia y quedó tendido inconsciente en el suelo.
La pelea comenzó como una discusión subida de tono en una tienda donde al parecer coincidieron de forma fortuita los dos grupos de jóvenes, los antifascistas y los cabezas rapadas.
Una vez expulsados, llegaron a las manos cuando estaban en la calle, con diferentes versiones sobre quiénes fueron los que empezaron a pegar.
La muerte de Méric generó reacciones en cadena de toda la clase política francesa, con llamamientos a la prohibición de las facciones de la extrema derecha de carácter violento.
La pelea comenzó como una discusión en una tienda donde coincidieron antifascistas y cabezas rapadas
El ministro de Interior, Manuel Valls, avanzó que "sin duda" se disolverán, aunque puntualizó que hace falta "un poco de tiempo, mucha determinación, pero también método y respeto de los procedimientos".
En una entrevista a la emisora de radio "RMC", Valls señaló que en Francia hay "varios cientos de individuos" en esos movimientos y se revelan "muy violentos", "racistas, antisemitas y homófobos" y además "contestan la autoridad de la República e incluso la quieren derrocar". "Esos grupos son peligrosos" y han reaparecido en la plaza pública con motivo de las manifestaciones contra la nueva ley del matrimonio homosexual, comentó el ministro.
La presidenta del Frente Nacional, Marine Le Pen, declaró que su partido de ultraderecha "no tiene nada que ver" con los responsables del ataque "inadmisible e insoportable", y Valls hizo además un llamamiento a la prudencia en las declaraciones, alegando que "hay un clima que favorece este ambiente de odio".