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En Katowice

Arranca en Polonia la Cumbre del Clima con el objetivo de negociar cómo implementar el Acuerdo de París

Representantes de hasta 190 países se reúnen para negociar cómo frenar el calentamiento global atendiendo a la vez a las especificidades de cada estado. Una cumbre marcada por varios informes científicos que alertan de que las promesas de los gobiernos son insuficientes para mantener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de los dos grados centígrados.

La Cumbre del Clima (COP24) echó a rodar en Katowice (Polonia) con la misión crucial de encontrar las fórmulas para implementar el Acuerdo de París de 2015, que insta a frenar el calentamiento global recortando de forma drástica las emisiones contaminantes.

La cita, que se abre oficialmente este lunes y se prolongará hasta el 14 de diciembre, reúne a 30.000 delegados de 197 países para una maratón de complejas negociaciones con una creciente sensación de urgencia, compartida por delegaciones nacionales y grupos ecologistas, y de haber alcanzado un momento crítico.

El principal objetivo del encuentro es perfilar un difícil equilibrio que permita hacer realidad la lucha común de la comunidad internacional atendiendo a la vez a las especificidades de cada estado en términos de contaminación histórica, recursos financieros y tecnológicos y vulnerabilidad, algo que vuelve a enfrentar a naciones industrializadas y economías en vías de desarrollo.

"De esta COP debemos salir con un potente y claro programa de trabajo para poner en práctica el Acuerdo de París, con contenido, ambicioso y que incluso vaya más allá de lo consensuado hace tres años, ya que la evidencia científica demuestra que hay que ir más allá, por lo que pedimos a todos que se adapten a este nueva realidad climática", señaló la secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, Patricia Espinosa.

El Acuerdo de París, firmado por 194 países en 2015, busca frenar la subida de las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que la temperatura media del planeta sea superior en 2 grados centígrados con respecto de los niveles preindustriales (1880-1899) y limitar el incremento preferiblemente en los 1,5 grados, como pide la comunidad internacional.

Espinosa recuerda que son muchas las urgencias que enfrenta esta COP además de la reducción de emisiones, y subraya cuestiones como la financiación de las acciones de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático a cargo de los países desarrollados, el llamado Fondo Verde.

A su juicio, también es importante desde la cita de Katowice "impulsar un cambio cultural en las formas de producir y consumir de nuestras sociedades para repensar nuestros modelos de desarrollo".

El ministro polaco de Medio Ambiente, Henryk Kowalczyk, aseguró que más allá de las expectativas genéricas "lo que tenemos que lograr en Katowice es concretar esas ambiciones, definir cómo hacerlo, con qué métodos y establecer una especie de hoja de ruta". Asimismo, salió en defensa de su país tras las críticas desde varios sectores por la aparente contradicción de que presida la COP24 un país que obtiene del carbón el 80% de sus necesidades energéticas. "En nuestro país ya hemos comenzado a cambiar nuestro mix energético, pero no podemos hacerlo de repente, sino que poco a poco reducimos el peso del carbón con nuevas alternativas", justificó Kowalczyk, quien espera que 2050 Polonia podrá unirse al grupo de países desarrollados con menos emisiones.

Pulsando la tecla de la trascendencia de la cita, el presidente de la COP24, Michal Kurtyka, instó en una rueda de prensa a la comunidad internacional a cerrar en estas dos semanas la letra pequeña del Acuerdo de París de 2015. "No debemos olvidar las razones por las que estamos aquí. Estamos aquí para articular la acción global contra el cambio climático. Ningún gobierno sólo puede resolver este problema. Es hora de imbuir de vida y contenido el Acuerdo de París", aseguró.

En ese mismo sentido se pronunciaron los presidentes de las últimas cuatro Cumbres del Clima, que llamaron a una "acción decidida" para afrontar la "amenaza urgente" del calentamiento global: "El mundo está en una encrucijada", advirtieron en un comunicado conjunto.

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