Móviles

Adiós a los móviles en los colegios del Reino Unido

El Gobierno británico ha hecho oficial la prohibición de los teléfonos móviles dentro de las aulas.

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La secretaria de Educación de Reino Unido, Gillian Keegan, ha anunciado que ya es oficial la prohibición de los teléfonos móviles dentro de las aulas. Durante la jornada escolar, los estudiantes británicos no podrán utilizar estos dispositivos inteligentes.

Después de mucho tiempo meditando esta medida, ya se ha hecho oficial. El Gobierno británico se suma así a lo que tanto padres como profesores llevaban denunciando desde hace tiempo: la concentración, el impulso y la atención de nuestros niños están siendo destruidos lentamente por la presencia de los teléfonos en las aulas.

En España la decisión depende de cada comunidad

Aquí en España corre a cargo de cada comunidad autónoma tomar la decisión de permitir o no los dispositivos móviles en las aulas. Ante la ausencia de una legislación a nivel nacional, solo algunas comunidades limitan el uso de los móviles en los centros educativos: Comunidad de Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha son esas tres regiones en las que no están autorizados.

En el resto de las comunidades no existe una legislación determinada que prohíba el uso de los móviles en los colegios, sino que esta decisión depende del régimen interno de cada centro.

Autonomía de cada centro

La prohibición del uso de los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos establece un margen de autonomía de los centros para que, en su contexto y dentro de las normas de convivencia aprobadas, puedan permitir el uso de estos medios, de forma excepcional, en determinados períodos o con fines didácticos, así como a aquellos alumnos que por razones de necesidad o excepcionalidad lo necesiten. De este modo, sí están permitidos estos dispositivos a los alumnos que los necesiten por razones de salud o discapacidad, conforme a lo dispuesto en la normativa de convivencia.

Asimismo, los docentes y la dirección de los centros educativos pueden proceder a la retirada de los móviles de los estudiantes que incumplen esta obligación, los cuales les son restituidos según la normativa aprobada por el centro.

Un problema para la concentración

Según un informe de Seguimiento de la Educación Mundial de la Unesco, los niños pueden tardar hasta 20 minutos en concentrarse desde que les llega una notificación a su teléfono. Países como España, Francia, Malasia o Singapur ya han demostrado la efectividad que supone para la concentración los dispositivos móviles a la hora de enfrentarse a los exámenes.

Actualmente, en muchas escuelas no permiten el uso de teléfonos en el interior de las aulas, pero sí en el tiempo de descanso o almuerzo. Esto hace que los alumnos enciendan con ansia sus dispositivos e interactúen con ellos. El problema es que se refugian en sus pantallas, se aíslan y no se relacionan con el resto de compañeros impidiendo ejercitar sus mentes y sus cuerpos.

Los motivos por los que no se deben de permitir dentro de las aulas son los siguientes: genera consumismo y provoca una rivalidad innecesaria entre los jóvenes, supone una falta de disciplina en clase y no respetan las normas de convivencia, provoca una notoria falta de concentración, puede convertirse en un símbolo de estatus que perjudica a los alumnos, induce al sedentarismo y a otros problemas de salud y, por último, un mal uso de ellos hace que lleven al ciberbullying. Por lo que siempre hay que garantizar la seguridad del niño y advertirles para que sean conscientes de los peligros que tienen.

Tolosa también ha dicho adiós a los móviles

Progenitores y dueños de distintos comercios de Tolosa (Guipúzcoa) se han aliado para luchar contra el uso de los teléfonos móviles entre los menores. De esta manera, los menores tolosarras, a partir de un acuerdo entre padres y comerciantes, podrán realizar llamadas telefónicas, si lo necesitan, desde los establecimientos de la ciudad guipuzcoana. Al tener la posibilidad de llamar desde cualquier establecimiento, los chavales pierden el argumento de tener un aparato para poder llamar a casa en caso de necesidad.

La idea, posiblemente, se ampliará más allá de los comercios y los pequeños podrán tener a su disposición los teléfonos fijos de polideportivos o bibliotecas.

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