El estrecho margen de una hora, entre las doce y la una del mediodía del sábado, es la principal coartada de la defensa. Sus abogados, especializados en casos de famosos envueltos en escándalos sexuales, argumenta que abandonó el hotel a las doce del mediodía y se fue a comer con su hija.
La denuncia de la agresión se produjo a la una del mediodía. Este medido argumento de los abogados de Strauss-Kahn se ha encontrado con la rectificación de la policía de Nueva York, que ha revisado los hecho y apunta a que la agresión fue las doce, algo que desmontaría la coartada del acusado.
La supuesta agredida afirma que entró en la suite para limpiar, pensado que la habitación estaba vacía, cuando el director del fondo monetario internacional se le abalanzó desnudo sobre ella e intentó violarla, tras un largo forcejeo consiguió huir. Algunos testigos declararon que en la recepción, el alto funcionario internacional, estaba nervioso llamó a su chofer y salió apresuradamente del hotel, una conducta que los abogados justifican por que llegaba tarde a la comida.
Otra prueba de la defensa, mantiene que si hubiera cometido un delito no hubiera llamado al jefe de seguridad del hotel para recuperar su móvil extraviado que estaba en el lugar donde presuntamente se produjo la agresión. La defensa también argumenta que la agredida podría tener intereses materiales en la denuncia.
La policía afirma que el testimonio de la trabajadora, una inmigrante africana de 32 años, es muy fiable, sus jefes y compañeros afirman que es una trabajadora incansable de conducta intachable. De momento Strauss Khan permanecerá en prisión sin fianza hasta la vista el próximo 20 de Mayo.