Vecinos del centro de Barcelona indignados y hartos de la violencia de los CDR

Los vecinos del centro de Barcelona -convertido en la "zona cero" de los disturbios- se preguntan hasta cuándo habrá que soportar la impunidad de los CDR. Muchos reconocen que han sentido miedo por su integridad personal y por los destrozos en las áreas públicas, en el mobiliario urbano y en los coches. Su vida diaria está alterada también para circular con cortes de calles continuos y atascos inesperados de los que no pueden escapar.

Las familias con niños pequeños están optando en muchos casos por no llevarlos al colegio porque tienen miedo. Hay quien reconoce que lleva días sin dormir por la tensión y por el ruido y que han tenido que comprarse tapones.

Entre los conductores la queja es la misma, llegar al trabajo o a citas profesionales es una incógnita cada día porque dependen de protestas que se organizan sin tiempo para organizarse. Mantener la paciencia es complicado para muchos barceloneses que no son independentistas. Un motorista al que los manifestantes han impedido pasar y golpeado, finalmente no ha podido pasar y ha sido identificado por los mossos.