Sánchez, en una conversación informal con periodistas en el vuelo de regreso de su gira latinoamericana, ha asegurado que tiene una hoja de ruta clara en torno a la memoria histórica que pasa por cuatro fases, según recoge EFE.
La primera de ellas es la tramitación del real decreto aprobado ya por el Gobierno para exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos. A ella seguirá la modificación de la ley de memoria histórica que pretende que se aborde por parte de los grupos parlamentarios durante la tramitación como proyecto de ley del decreto anterior.
La creación de una Comisión de la Verdad sobre la Guerra Civil y el franquismo es el siguiente paso que prevé el jefe del Ejecutivo, al que seguiría la creación de un museo de la memoria democrática. La puesta en marcha de ese museo, que asume que no será inmediato, la considera necesaria y piensa que el Valle de los Caídos, pese a los cambios que va a experimentar, pueda ser el lugar apropiado para ello. No obstante, insiste en que esa es su propuesta y esperará a lo que opinen los grupos parlamentarios.
Tal y como avanzó esta semana, pretende que el Valle de los Caídos pueda tener dos partes, una como cementerio civil y otra la basílica que allí existe. Por eso no ve problema alguno en que pueda permanecer allí la gran cruz de piedra que se levanta sobre la basílica y que tiene 150 metros de altura y unos brazos de 24 metros cada uno.
Del interior de la basílica serán exhumados los restos de Franco, mientras que en aplicación del informe realizado por expertos sobre el futuro de este lugar, los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, serán cambiados de lugar y dejarán de ocupar un lugar prominente.
Respecto al decreto para la exhumación de los restos del dictador, el presidente del Gobierno asegura que está bien hecho y no teme que el Ejecutivo pueda acabar en los tribunales por las actuaciones que pueda emprender la familia de Franco.
Vuelve de su viaje por Latinoamérica
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha regresado a España tras la gira latinoamericana que ha realizado desde el lunes por Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica.
El avión de la Fuerza Aérea Española en el que han viajado Sánchez y el resto de su delegación ha aterrizado en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) procedente de Santo Domingo. Allí realizó una breve escala durante la que se reunió con el canciller de la República Dominicana, Miguel Vargas.
El jefe del Ejecutivo se ha entrevistado en su gira con los presidentes de los cuatro países que ha visitado: el chileno Santiago Piñera, el boliviano Evo Morales, el colombiano Iván Duque y el costarricense Carlos Alvarado.
En todas las conferencias de prensa que ha ofrecido con cada uno de ellos ha reiterado el mensaje de que su Gobierno ha iniciado una nueva etapa de mucha más presencia de España en América Latina.
Sánchez volverá a la región en noviembre para participar en la cumbre iberoamericana que se celebrará los días 15 y 16 de ese mes en la ciudad guatemalteca de Antigua, y el 30 de noviembre y 1 de diciembre estará presente en la cumbre del G20 de Buenos Aires. El Gobierno no descarta que aprovechando esta última cita visite algún otro país.
La situación en Venezuela o Nicaragua ha estado presente en sus conversaciones con los líderes latinoamericanos, especialmente el éxodo de ciudadanos que huyen de esos países. Si en Chile ratificó la alianza bilateral y destacó el papel que juegan las empresas españolas en toda América Latina, en Bolivia renovó la ayuda a la cooperación, en particular para el fondo del agua y el saneamiento, y firmó un acuerdo que abre la puerta a la presencia de firmas de España en el denominado tren bioceánico.
Al presidente colombiano ofreció que España pueda facilitar el proceso de paz con la guerrilla del ELN si decide llevarlo a cabo e, incluso, de que pueda ser sede de esas negociaciones. Y en Costa Rica, etapa final de la gira, trasladó junto a su presidente un mensaje de defensa del medio ambiente y de lucha contra el cambio climático. En cada ciudad que ha visitado se ha reunido con los representantes de la colectividad española que allí residen y ante todos ellos ha defendido la reforma de la ley electoral que actualmente está en trámite parlamentario para eliminar el denominado voto rogado. Una forma de votación que lamenta que dificulte la participación de los residentes en el exterior en los procesos electorales que se celebran en España