Crisis con Argelia

El Gobierno llama a la calma mientras estudia las consecuencias de la ruptura con Argelia

La oposición culpa al Ejecutivo de coalición y alertan de las consecuencias sobre la economía y la industria. El líder del PP pide a Argelia que reconsidere su postura y distinga entre el Gobierno y el pueblo español, para que los ciudadanos no paguen las consecuencias de una "política exterior improvisada".

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Terremoto diplomático. La decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad con España ha disparado la tensión en el Gobierno, al que todos los partidos reprochan su gestión internacional de la crisis con Marruecos y sus consecuencias. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que el Ejecutivo se encuentra analizando las implicaciones de este paso dado por Argelia. Objetivo: ofrecer una respuesta "serena" pero "firme" para defender los intereses españoles.

La portavoz de Gobierno, Isabel Rodríguez, ha insistido en que el deseo de Moncloa es "restablecer las relaciones con el país vecino" y "reconducirlas cuanto antes".

Fácil no será. El principal interrogante que más preocupa a las compañías españolas es similar: el gas. ¿Está garantizado el suministro para nuestro país? La expresión común y compartida que muchos miembros del Gobierno repiten al mismo tiempo es "no hay riesgo". La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que los contratos actuales siguen vigentes y "van a seguir proporcionándose, como se viene haciendo durante este tiempo".

"Hay que diferenciar entre romper el tratado, denunciarlo y suspenderlo", ha añadido el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, poniendo el acento en que la decisión de Argelia no es definitiva. ¿Y qué ocurrirá con ámbitos como el de la seguridad y la colaboración en la lucha contra la inmigración ilegal? El ministro del Interior, que ha calificado a Argelia como "un socio relevante e importante" con el que existen "relaciones transversales", ha descartado que la suspensión del Tratado afecte a estas áreas de cooperación.

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, confía incluso en "recuperar la normalidad rápidamente". "El Gobierno está trabajando para reconducir la situación", ha insistido la vicepresidenta segunda, con el presidente "a la cabeza para resituar las relaciones diplomáticas". En el contexto actual, con la guerra de Ucrania y la inflación en niveles muy altos, Díaz ha insistido en que las relaciones con Argelia son importantísimas. "Quiero transmitir confianza", ha concluido.

El resto de partidos pide explicaciones al Gobierno

Todos los partidos han expresado su preocupación ante esta ruptura diplomática y han exigido explicaciones al Gobierno, al que acusan de no calcular las consecuencias de sus decisiones con Marruecos y el Sahara. PP y Ciudadanos han pedido al ministro de Exteriores que comparezca en el Congreso para detallar las consecuencias de esta ruptura diplomática y Ciudadanos ha incluido, también, a la vicepresidenta Ribera.

Alberto Núñez Feijóo, el líder del PP, ha pedido al gobierno argelino que distinga entre el Ejecutivo y el pueblo español para que los ciudadanos no paguen "los efectos de una política internacional improvisada".

"Los caprichos de un dirigente nunca pueden marcar la política exterior de un país", ha escrito el líder de Vox, Santiago Abascal en Twitter.

Los socios de investidura de la coalición alertan de las consecuencias directas sobre la industria, como el PNV, y achacan directamente esta decisión de Argelia al "bandazo" del Gobierno en Marruecos, según Íñigo Errejón, líder de Más País.

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