Los ministros de Exteriores de la UE y de los países de la ribera sur del Mediterráneo han apostado por mejorar la coordinación de las medidas de lucha contra el terrorismo yihadista, que han coincidido en reconocer como la principal amenaza que tienen en la actualidad. Barcelona ha acogido la primera reunión que mantienen en el plazo de siete años los jefes de las diplomacias de los países europeos y de sus vecinos en la otra orilla del Mediterráneo, que han intercambiado puntos de vista sobre cómo aumentar su colaboración contra el yihadismo, contra la inmigración ilegal o para facilitar los intercambios comerciales.
La cita ha permitido la coincidencia del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y del presidente de la Generalitat, Artur Mas, ya que ambos han participado en la sesión inaugural de la cumbre. La intervención de Rajoy ha estado dedicada en gran parte a reclamar un aumento de la cooperación entre los países de la UE y de la ribera sur mediterránea, convencido de que sólo actuando juntos se puede hacer frente a la que considera su principal amenaza.
"Que nadie caiga en el burdo engaño de hablar del yihadismo como representante del islam. Que nadie se deje arrastrar por la falacia que nos habla de una lucha del islam contra Occidente. Los terroristas constituyen un desafío para todos y el mundo islámico es tan víctima como los demás del azote terrorista", ha añadido.
Para Rajoy, el mejor método para combatirlo es la cooperación internacional. Una cooperación con la que se han comprometido los encargados de ofrecer la conferencia de prensa, en la que se han expuesto las principales líneas de trabajo de las dos primeras sesiones de la conferencia y del almuerzo de trabajo mantenido a continuación.
En concreto, han comparecido ante los periodistas el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo; la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini; el ministro de Exteriores jordano, Nasser Judeh -en calidad de copresidente de la Unión por el Mediterráneo-, su homólogo de Egipto, Sameh Shoukry, y el comisario europeo de Política de Vecindad, Johannes Hahn.
Mogherini ha reclamado que no se tarde tanto tiempo en volver a convocar una reunión de estas características y ha avanzado la intención de que pasen a tener una periodicidad anual. Por ello, se ha mostrado convencida de que en 2016 habrá otra reunión de "similar formato", aunque ha apuntado que la intención es que la sede sea rotatoria: "Probablemente será en otro sitio", ha señalado tras agradecer la acogida de Barcelona.
Respecto a la lucha contra el terrorismo yihadista, ha defendido aumentar la cooperación y ha considerado esencial que, además de las políticas de seguridad, se trabaje conjuntamente en el norte y sur del Mediterráneo en otros campos, como dar oportunidades de trabajo a los jóvenes o propiciar el diálogo entre culturas y religiones como una "herramienta de prevención". En esta línea, Margallo ha señalado que en junio habrá una reunión en Barcelona con representantes religiosos de la Alianza de Civilizaciones, la Fundación Anna Lind, la fundación Rey Abdullah para el diálogo interreligioso y la universidad de al-Azhar de El Cairo.
Margallo ha insistido también en la necesidad de impulsar una Corte Penal Internacional contra crímenes terroristas, propuesta que confía que España pueda llevar en octubre al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, durante su periodo de presidencia.
También el jordano Nasser Judeh ha coincidido en dar oportunidades y ser "cercanos" a los problemas de los jóvenes para evitar que sean "presas fáciles" del terrorismo yihadista, una cuestión que ha calificado de "guerra global", pues "no hay ningún país de esta región ni del mundo entero que esté ajeno a la amenaza del terrorismo" y requiere una "lucha ideológica a largo plazo".