ACCESO A VIVIENDA
Smart Housing: el alquiler con opción a compra que permite a los jóvenes evitar el obstáculo de la entrada
Con solo un 15% de menores de 30 años emancipados y unas entradas cada vez más inalcanzables, el modelo Smart Housing se abre paso como alternativa para quienes quieren comprar vivienda pero no pueden asumir el 20% inicial.

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La emancipación juvenil continúa en mínimos históricos: solo el 15,2% de los menores de 30 años vive fuera del hogar familiar, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud. La razón principal es clara: la falta de ahorros.
En España, la entrada necesaria para comprar una vivienda ronda los 51.410 euros de media, según recoge el portal de Idealista. Ahorrar esa cifra entre los 20 y los 30 años es, para muchos, una tarea inasumible. Ahí es donde aparece Smart Housing, un modelo de alquiler con opción a compra "como el de toda la vida", pero con una particularidad: es el propio inquilino quien elige la vivienda.
Los requisitos son claros: tener entre 18 y 40 años (algo más en algunos casos), que la unidad familiar ingrese al menos 2.200 euros al mes y que la vivienda esté entre 150.000 y 400.000 euros. A partir del tercer año de alquiler, el inquilino puede comprar la vivienda porque ya ha acumulado la entrada necesaria.
De pagar alquiler a convertirse en propietaria
Sirley Ruiz, de 45 años, experta en marketing, se convirtió en propietaria en 2023 gracias a este modelo. Vivía de alquiler en el centro de Madrid, donde pagaba 800 euros al mes. Quería comprar, pero: "No tenía el 20% que pedía el banco, y además es el 20% más los impuestos que tienes que pagar", explica.
La situación no es excepcional. Para comprar una vivienda de 200.000 euros, se necesitan al menos 60.000 euros ahorrados. Eso supone ahorrar 500 euros al mes durante 10 años, algo fuera del alcance de la mayoría de jóvenes.
Una idea nacida de la experiencia personal
La joven pareja formada por Sofía Iturbe y José Manuel Cartes vivió el mismo problema: querían comprar, vivían de alquiler y no lograban reunir la entrada. De esa experiencia nació 'Libeen', la primera empresa de Smart Housing en España.
Ambos tenían experiencia en el sector financiero, inmobiliario y de startups. Tras convencer a fondos de inversión y buscar capital, lanzaron la propuesta: "Nosotros compramos por ti el 100% de la vivienda y, cuando tú estés listo, a partir del año tres, una vez hayas ahorrado con tu alquiler, nos la compras".
Cómo funciona el modelo Smart Housing
El proceso comienza con un fee inicial por las gestiones, el estudio del perfil del cliente y la búsqueda de financiación. Después, llega el paso clave: el cliente elige la casa, ya sea una que haya encontrado por su cuenta o una del catálogo.
Las condiciones son claras:
- Debe estar en una localidad de más de 20.000 habitantes.
- No puede ser una vivienda de obra nueva.
- El precio debe oscilar entre 150.000 y 400.000 euros.
El cliente aporta una pequeña entrada inicial, desde unos 15.000 euros. Después paga un alquiler en el que aproximadamente el 30% se destina a la compra y el resto al alquiler.
En el caso de Sirley, aportó 20.000 euros y comenzó pagando 1.200 euros al mes para una casa de 96 metros cuadrados, tres habitaciones y dos baños en un barrio céntrico de Madrid. Tres años después, formalizó la hipoteca: "Me casé con el banco", bromea. Hoy paga 800 euros de cuota hipotecaria y es propietaria de la vivienda que ella misma escogió.
Si durante los primeros años el inquilino cambia de opinión y no quiere ejercer la compra, simplemente pierde la vivienda y habrá vivido de alquiler, igual que en cualquier contrato tradicional.
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