Fondos europeos

Un proyecto español busca reducir el efecto del cambio climático en los bosques gracias a los fondos europeos

Investigadores de Soria desarrollan este proyecto que, gracias al respaldo de los fondos europeos, busca anticiparse al cambio climático para reducir su impacto en los bosques.

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La transformación del campo depende en gran medida de los fondos europeos. Uno de los proyectos que ha logrado el respaldo económico está en Soria. Investigadores españoles trabajan para anticiparse al calentamiento global y reducir su impacto en los bosques.

José Miguel y su equipo llevan meses estudiando la evolución de los árboles en este pinar de Soria. El cambio climático supone una seria amenaza. "El clima que van a tener estos árboles cuando sean adultos va a ser muy diferente", explica.

En los próximos años la temperatura podría aumentar entre 2 y 3 grados y de cumplirse esta predicción todo este pinar podría desaparecer. Un clima distinto requiere un cambio en la gestión. Mediante técnicas novedosas como utilizar un extractor pueden analizar el crecimiento del árbol y así determinar en qué condiciones se encuentra.

La anchura de los anillos es el mapa donde los investigadores leen la historia de los árboles. Analizan todos los datos recopilados en los últimos años. Por ejemplo, pueden saber que el año 2005, marcado por la sequía, fue crítico para uno de los árboles que estudian. "Lo que nosotros estamos observando es que eventos como sequías o heladas tardías, ahora son muy frecuentes", dice Gabriel Sangüesa, investigador de Life Soria Forest Adapt.

Las medidas pasan por intercalar árboles de distintos tamaños o mezclarlos con especies que se complementen. Entre las medidas que toman, también se encuentra la tala ya que algunos árboles están demasiado cerca de otros. Aumentar la distancia entre ellos, es una de las medidas planeadas para mejorar la supervivencia ante las nuevas situaciones climáticas.

Los resultados de la investigación podrán trasladarse al resto de Europa. "Si no lo hacemos ya, igual dentro de 20 o 30 años va a ser muy tarde", explican los investigadores. Es la forma de proteger nuestro escudo contra el dióxido de carbono y preservar el pulmón del mundo.