Ponemos rostro y cifras a los afectados por la reforma fiscal

Francisco, padre de 3 hijos, y unos ingresos de 44.000 euros. Verá cómo en los próximos dos años la reforma fiscal le hará pagar 1.300 euros menos en el impuesto de la renta.

Guillermo tiene alquilada su vivienda a una familia desde principios de año. De los 6.000 euros que ingresa al año solo podrá desgravarse el 50%, es decir, perderá en su declaración de la renta 60 euros.

Los cambios en la tributación de los despidos no afectarán a Juan por muy poco. Perdió su empleo hace dos semanas, antes de entrar en vigor la norma.

Para un sueldo de 18.000 euros brutos, y una indemnización de 2200 euros por año hubiera tenido que pagar cerca de 300 euros.

Mónica, propietaria de una óptica, tiene dos motivos para alegrase de la reforma. Como autónoma y 24.000 euros de ganancias estimadas, que el IRPF baje un 1% le hace disponer de 240 euros más al año.

Además, el hecho de que el IVA de gafas graduadas y lentillas no haya subido al 21%, como se temía, le permite seguir manteniendo un negocio pequeño pero competitivo.