Protestas agricultores

El plan de lucha del gobierno francés incluye estas medidas, pero no logra levantar los 'piquetes'

Se cumplen ya cuatro días de protestas en Francia. Los agricultores bloquean las principales carreteras del país y los accesos a París mientras el gobierno anuncia medidas para "apaciguar" a los manifestantes.

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El primer ministro francés Gabriel Attal ha anunciado un ' plan de lucha'contra la "competencia desleal", por importaciones que no están sometidas a las mismas reglas sanitarias, medioambientales o laborales que ellos sí tienen que cumplir. A la vez, ha prometido controles masivos para que la gran distribución se pueda aplicar. Medidas que van por el buen camino, pero de momento no se habla de levantar los 'piquetes'.

Entre esas medidas se ha anunciado que se va a impedir la importación de alimentos procedentes del exterior de la Unión Europea y que hayan sido tratados con pesticidas u otros productos fitosanitarios que no se pueden utilizar en Europa.

Attal anunció que en primer lugar se aplicará una "cláusula de salvaguarda" para el tiacloprid, un pesticida que se prohibió en enero de 2020 por el daño que causaba a las abejas, pero que se extenderá a otros productos. principio.

Con este paquete de medidas el gobierno galo busca "una nueva etapa" que quiere lograr dos ejes sobre los que se guiar las políticas agrícolas francesas: "producir y proteger" con la idea puesta en que "queremos ser soberanos" en la alimentación y para ello Francia quiere apoyarse en la UE.

Por su parte, el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire avisó de que los controles se van a extender a las centrales de compra que los grandes grupos de distribución tienen en otros países europeos, como España, para garantizar que se respeta esa ley con todos los productos que se venden en Francia, aunque hayan sido negociados en el extranjero.

Attal subrayó que ya ha trasladado el mandato a los delegados del Gobierno para que trabajen en una "simplificación drástica" de las normas que deben cumplir los agricultores y que Francia dejará de añadir reglamentaciones a las europeas, una de las principales quejas del sector.

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