El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha recalcado que el texto que eleva el techo de endeudamiento del Gobierno y que prevé una reducción del déficit en más de dos billones de dólares en una década ha puesto fin a una "crisis artificial" que no necesitaba la economía estadounidense, pero ha añadido que es sólo un "importante primer paso" que debe ir acompañado de un plan más amplio.
En una comparecencia en la Casa Blanca después de que el Senado estadounidense haya respaldado el acuerdo alcanzado previamente entre demócratas y republicanos para resolver la crisis de la deuda, Obama aseguró que son necesarias nuevas medidas para equilibrar el presupuesto, pero incidió en que no pueden cargar todo el peso en la clase media.
Quiere nuevas medidas bipartidistas
En este sentido, instó a ambas formaciones políticas a que trabajen juntos para elaborar nuevas medidas bipartidistas y de sentido común que pueden aprobarse tras las vacaciones parlamentarias que generen empleo y reactiven el crecimiento económico. "No podemos equilibrar el presupuesto sobre las espaldas de las mismas personas que más han sufrido esta recesión", advirtió.
Obama recalcó que esta incertidumbre creada por la falta de acuerdo para elevar el techo de deuda, y que ha colocado a Estados Unidos al borde un impago temporal de sus obligaciones, ha sido un impedimento para las empresas en el marco de una recuperación económica que se había visto afectada ya por otros factores externos como el terremoto de Japón, la crisis de deuda en la eurozona o el aumento del precio del crudo por las revueltas en el Norte de Africa y Oriente Medio.
Asimismo, recalcó que ambos partidos comparten el poder en Washington y, por lo tanto, son responsables de mejorar la economía. Así, recalcó que en los últimos días han demostrado que tienen la capacidad de centrarse en llegar a un acuerdo cuando se "avecina un desastre", aunque criticó que no debe ser necesario arriesgarse a una catástrofe económica para que hagan su trabajo.
Por otra parte, el presidente estadounidense incidió en que reducir el déficit forma parte de la agenda, pero no todo debe centrarse en ello, ya que no es positivo recortarlo de forma abrupta cuando la economía "aún sigue siendo frágil".
Necesidad de reformar el código fiscal
En esta línea, incidió en la necesidad de reformar el código fiscal para que los estadounidenses más ricos y las grandes empresas, como las petroleras, dejen de tener ventajas fiscales o de recibir ayudas y paguen lo que es justo.
Además, añadió que las nuevas medidas deben incluir también, entre otros aspectos, un ampliación de los recortes fiscales a las clases medias y el mantenimiento de los beneficios a los desempleados.
En esta línea, instó también en que se cree un banco de infraestructuras" para dar empleo a los trabajadores de la construcción y poner en marcha proyectos que ahora están paralizados, así como en que se aprueben acuerdos comerciales con países de Asia y América Latina.